Resolución de 10 de mayo de 2022, del Consejo Insular de Mallorca (Illes Balears), referente a la incoación del expediente de declaración como bien de interés cultural, con categoría de lugar de interés etnológico, del conjunto de los muelles de la Aduana y el conjunto de varaderos de Portocolom, en el término municipal de Felanitx.





En la sesión del día 3 de mayo de 2022, la Comisión Insular de Patrimonio Histórica de Mallorca, acordó, entre otros, el siguiente:

Contenidos de la Administración Local Resolución de 10 de mayo de 2022, del Consejo Insular de Mallorca (Illes Balears), referente a la incoación del expediente de declaración como bien de interés cultural, con categoría de lugar de interés etnológico, del conjunto de los muelles de la Aduana y el conjunto de varaderos de Portocolom, en el término municipal de Felanitx. del 20220524







Orden del día 24 mayo 2022

En la sesión del día 3 de mayo de 2022, la Comisión Insular de Patrimonio Histórica de Mallorca, acordó, entre otros, el siguiente:

«I. Incoar el expediente de declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de Lugar de Interés Etnológico, del conjunto de las barracas (varaderos) y los muelles de Portocolom (Felanitx), con la delimitación del Bien y del entorno de protección que figura al informe técnico de día 26 de abril de 2022, que se adjunta y forma parte integrando del presente acuerdo.

II. En cuanto al núcleo antiguo de Portocolom, siendo que los edificios y las calles más representativas de la imagen marítima histórica del puerto ya disfruta de la protección derivada de la inclusión al Catálogo municipal, nivel de protección que ya garantiza la preservación de las características tipológicas y formales del conjunto, no procede su declaración ni como Bien de Interés Cultural ni como Bien Catalogado, de acuerdo con aquello que dispone el informe técnico de día 26 de abril de 2022, que se adjunta y forma parte integrante del presente acuerdo.

III. Suspender la tramitación de las licencias municipales de parcelación, de edificación o de derribo en la zona afectada por la incoación, así como de los efectos de las licencias ya concedidas.

Cualquier obra que haya que realizar en la zona afectada por la incoación tendrá que ser previamente autorizada por la Comisión Insular de Patrimonio Histórico.

Esta suspensión dependerá de la resolución o de la caducidad del procedimiento.

El acuerdo de declaración se tendrá que adoptar en el plazo máximo de veinte meses contados desde la fecha de iniciación del procedimiento. Caducado el procedimiento, no se podrá volver a iniciar en los tres años siguientes, salvo que lo pida el titular del bien, en conformidad con el artículo 10.6 de la Ley 12/1998, de 21 de diciembre PHIB.

IV. Notificar esta resolución a los interesados, al Ayuntamiento de Felanitx y al Gobierno de las Islas Baleares.

V. Publicar este acuerdo de incoación en el “Boletín Oficial de las Islas Baleares” y en el “Boletín Oficial de Estado” y anotarlo en el Registro Insular de Bienes de Interés Cultural de Mallorca y comunicarlo a la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares para que proceda a su anotación en el Registro de Bienes de Interés Cultural de las Islas Baleares y a la vez comunique al Registro General de Bienes de Interés Cultural del Estado las inscripciones y anotaciones que se realicen.

Todo esto de conformidad con los artículos 7 y siguientes de la Ley 12/1998, de 21 de diciembre, del Patrimonio Histórico de las Islas Baleares.»

El traslado de este acuerdo se hace a reserva de la aprobación del acta.

Palma, 10 de mayo de 2022.–El Secretario Técnico del Departamento de Cultura, Patrimonio y Política Lingüística, Josep Mallol Vicens.

ANEXO I

Informe técnico de 26 de abril de 2022

La iniciación del presente expediente responde a la solicitud realizada por varias entidades y particulares de declarar Bien de Interés Cultural el conjunto de los muelles de la Aduana y el conjunto de varaderos de Portocolom, situados en el municipio de Felanitx:

– En fecha de 8 de septiembre de 2020, con registro general n.º 31401 tuvo entrada en el Consejo Insular de Mallorca, remitida por Pere Marc Montserrat Calvo, solicitud de incoación de declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de Lugar de interés etnológico, a favor de las barracas de Portocolom.

– En fecha 23 de febrero de 2021, con registro general n.º 3223 tuvo entrada en el Consejo Insular de Mallorca, remitida por la Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA), solicitud de incoación de declaración de Bien de Interés Cultural o, alternativamente, Bien Catalogado, a favor de la aldea de Portocolom y el Moll.

– En fecha 19 de marzo de 2021, con registro general n.º 7982 tuvo entrada en el Consejo Insular de Mallorca, remitida por Unidas Podemos-Felanitx y Bloc per Felanitx, solicitud de incoación de declaración de Bien de Interés Cultural, a favor del conjunto de muelles, rampas y escaleras de sa Duana de Portocolom, situados en el municipio de Felanitx.

– En fecha 19 de marzo de 2021, con registro general n.º 7993 tuvo entrada en el Consejo Insular de Mallorca, remitida por ARCA, solicitud de incoación de declaración de Bien de Interés Cultural, a favor de los muelles de Sa Duana de Portocolom, situados en el municipio de Felanitx.

– En fecha 5 de octubre de 2021, con registro general n.º 41172 tuvo entrada en el Consejo Insular de Mallorca, remitida por una serie de entidades: la asociación ARCA, la plataforma Salvem Portocolom, el Grup Balear d’Ornitologia i Defensa de la Natura (GOB), la asociación Terraferida, el Gremi de margers de Mallorca, la asociación Amics dels Clossos de Can Gaià y la asociación Més que Pedra, solicitud de incoación de declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, a favor de los muelles de la Aduana de Portocolom.

Este informe se ha redactado a partir de la consulta de la bibliografía especializada, así como de la información siguiente:

– El informe elaborado por José Luis Medina Ferrer, titulado en Arquitectura Técnica, que trabajó en el equipo técnico del Servicio de Patrimonio Histórico del Consejo Insular de Mallorca desde diciembre de 2020 a abril de 2021 dentro del programa SOIB-Jóvenes Cualificados.

– «Memoria justificativa Declaración BIC del conjunto de muelles, rampas y escalas de la Duna de Portocolom (Felanitx)» elaborado por Caterina Ramon Bordoi, Técnico del Museo de Mallorca. (Aportado por Caterina Ramón Bordoi en fecha 19 de marzo de 2021 NRGE: 7982/2021).

– «Memoria justificativa de la petición de bien de interés cultural con la categoría de monumento de los muelles de sa Duana de Portocolom, Felanitx», elaborado por Josep Massot Tejedro (ARCA), Lluc Mir Anguera (Gremi de Margers de Mallorca), Pere Bennasar Bennasar y miembros de los Amics dels Clossos de Can Gaià. (Aportado por Asociació per la revitalització dels centres antics, en fecha 19 de marzo de 2021 NRGE: 7993/2021).

– Informe elaborado por el Gremi de Margers de Mallorca «Moll de sa Duana, Porto Colom». (Aportado por Caterina Ramon Bordoi en fecha 19 de marzo de 2021 NRGE: 7982/2021).

Protección existente

Las barracas de Portocolom se encuentran incluidas en el Catálogo de protección del patrimonio histórico del municipio de Felanitx, aprobado definitivamente con prescripciones en fecha de 17 de junio de 2016 y publicado al BOIB N.º 78 en fecha 21 de junio de 2016, en la categoría de ingeniería civil y bienes etnológicos, respectivamente.

Al muelle de sa Duana le corresponde la ficha PC-P-03 y dispone de grado de protección 2, Parcial. A. Las barracas quedan recogidas en varias fichas entre la 1 y la PC-C-06, disponiendo de grado de protección 1, Integral.

En el Catálogo también se incluyen una serie de edificios y de calles del casco urbano antiguo. Las calles, que tienen como grado de protección la de Bien de Interés Paisajístico y Ambiental, son las siguientes: calle de Cristóbal Colón (PC-C-07), calle de los Pescadores (PC-C-08), calle del Mar (PC-C-09), calle de Levante (PC-C-10) y calle del Carmen (PC-C-11).

Los valores ambientales de la zona han sido reconocidos por el Gobierno mediante la figura LIC (Lugar de Interés Comunitario).

1. Introducción

Portocolom está ubicado en el sudeste de la isla de Mallorca y es uno de los pocos puertos naturales, el más abrigado y grande de toda la costa occidental. Además, destaca por su relevancia histórica, social y económica, con un momento álgido a finales de los años 90 del siglo XIX.

En el núcleo de Portocolom encontramos un conjunto urbano configurado por muelles y barracas, el cual conforma una imagen prácticamente intacta de puerto de costa de la época anterior al desarrollo turístico, que merece una especial conservación, por su valor etnológico, histórico y arquitectónico.

Este expediente se puede enmarcar dentro de la línea de actuación del Servicio de Patrimonio Histórico, que presenta continuidad durante el transcurso de los años, consistente al ir llevando a cabo la protección de varaderos de los diferentes lugares de la isla de Mallorca, encontrándose ya protegidos un total de 66 varaderos, concentrados en los municipios de Santanyí (44), Llucmajor (14), Campos (7) y Pollença (1).

Por otro lado, se están llevan a cabo tareas preparatorias para conocer los varaderos existentes en todos los municipios de la isla y valorar la pertenencia de iniciar expedientes de protección de los mismos.

2. Ficha técnica

Denominación: Barracas y muelles de Portocolom.

Emplazamiento: Portocolom.

Municipio: Felanitx.

Cronología: Barracas: finales del siglo XIX y principios del siglo XX hasta la década de 1940.

Muelle de sa Duana: finales del s. XIX – principios del s. XX.

Usos: Relacionados con el mar (refugio de embarcaciones, muelle, etc.).

3. Memoria histórica

3. Memoria histórica

3.1 El núcleo antiguo de Portocolom.

El topónimo Portocolom aparece documentado por primera vez el 1242 con el nombre de Portu Columi y, ya en el siglo XIV, con el de Oporto Colom. Etimológicamente, deriva del latín «portu columbi», que significa «port el colom».

A causa del peligro de invasiones costeras, la zona del puerto fue poco habitada a lo largo de la historia. Sin embargo, el hallazgo de ánforas en los yacimientos subacuáticos hace pensar que el puerto ya era visitado por embarcaciones en época romana. Las condiciones naturales como puerto resguardado favorecieron que, puntualmente, fuera utilizado como base o refugio por diferentes naves en tiempos de guerra. La actividad comercial también estaba presente, al menos está documentado el comercio de exportación e importación de trigo durante los siglos XIV y XV, pero seguramente fue una actividad intermitente. Desde el siglo XIV también está documentado el contrabando.

El verdadero desarrollo como puerto comercial y la creación del casco urbano se tiene que vincular a la expansión vitícola del siglo XIX, a pesar de que ya había empezado en el siglo XVIII.

La formación como núcleo urbanístico data de la segunda mitad del siglo XIX, dado que durante la primera mitad del siglo XIX solo vivían unas seis familias y un destacamento de soldados, ubicado en la Batería. El Ayuntamiento republicano de 1873 intentó crear un núcleo de población para fomentar el comercio, proyecto que quedó parado momentáneamente por el cambio de régimen. El 1876, a iniciativa de Joan Alou, se aprobó el proyecto de urbanización de la zona de la Capella, en la costa oriental, con la excusa de crear una colonia agrícola. De este modo, aparecía el primer casco urbano alrededor del oratorio, que ya existía desde 1808. El trazado actual de las calles de esta zona corresponde al plano primigenio. El 1880, Pere Ordines, propietario del predio de s’Horta, solicitó la urbanización de la zona de sa Duana –donde ya había algunos edificios– y pronto también surgió una agrupación de casas. No obstante, en Portocolom realmente no se creó una colonia agrícola, sino de veraneo puesto que la mayoría de viviendas estaban deshabitadas la mayor parte del año, excepto algunas pocas casas de pescadores. El crecimiento urbanístico de Portocolom se paró un poco raíz de la crisis de finales del siglo XIX, pero entrado el siglo XX siguió aumentando de manera lenta, pero con cierta población estable, hecho que propició que el 1935 se inaugurara una escuela pública. No obstante, el incremento de Portocolom a lo largo del siglo XX fue menor que en otros núcleos costeros. En base a la colonización del XIX, las viviendas de veraneo fueron regularizándose y completando la trama urbana; además de extenderse hacía espacios más abiertos a las orillas de poniente, primero junto a las construcciones antiguas y, más tarde, contorneando la cala hasta llegar a la Batería. A partir de la década de 1960, con la llegada del turismo, se produjo un boom urbanístico y se empezó la construcción de varias urbanizaciones.

3.2 Los varaderos (barracas).

Los refugios de barcas en las Baleares

En las Baleares, disponer de costa ha permitido la actividad pesquera desde tiempos remotos. Hasta el siglo XVIII la costa de las Islas ha sido un entorno hostil para la residencia humana, a causa de la inseguridad por los ataques piratas y corsarios, entre otros motivos. De hecho, excepto las correspondientes ciudades portuarias de las varias islas, no se desarrollaron muchos núcleos de población cerca de la costa. Tanto las villas de los municipios costeros como las casas rurales de la zona buscaban refugio hacia el interior.

No es hasta muy avanzado el siglo XIX cuando se produce toda una serie de fenómenos socioeconómicos y culturales que hacen que se desarrollen núcleos de población y casas aisladas próximas al litoral. Hay que destacar la creación de varias colonias agrícolas y marineras, así como el desarrollo de núcleos portuarios. Además, hay que añadir la costumbre creciente de acudir a la costa como esparcimiento.

En todo caso, desde hace siglos, la pesca motivó la construcción de refugios para guardar las barcas y otros instrumentos propios de esta actividad, así como a menudo para cobijo de los pescadores. Algunos casos ya están documentados a finales de la edad mediana. Estos refugios, conocidos como , o (Mallorca), (Menorca) o (Pitiusas), aparecen solitarios a muchas calas y pequeños puertos naturales. En ocasiones, el habitáculo del pescador se disponía a un lado o encima.

Por otro lado, especialmente desde finales del XIX, al proliferar a la costa las viviendas unifamiliares, muchas familias construyeron un refugio de barca próximo a la residencia o, incluso, lo integraron a la planta del mismo edificio. Dejando de banda aquellos que quedan integrante o adosados en una casa, los otros restan casi siempre a la línea de costa. Pueden aparecer aislados o adosados uno a los otros formando alineaciones. A veces están completamente exentos y otros adosados a los acantilados, incluso total o parcialmente excavados a la roca. En Mallorca, entre los muchos ejemplos de agrupaciones interesantes, podemos destacar: Portocolom (Felanitx), s’Estalella (Llucmajor), s’Estaca (Valldemossa), s’Almonia (Felanitx) o el Port des Canonge (Banyalbufar).

Las barracas de Portocolom

Las casetas para guardar las barcas y los botes se denominan , en Felanitx; , en el Port des Canonge, y , en el resto de Mallorca. La mayoría se construyó en la misma acera del mar, muchas veces aprovechando escondrijos y cuevas en las rocas.

Las primeras construcciones de barracas en Portocolom datan del final del siglo XIX y principios del siglo XX, y se fueron construyendo hasta la década de 1940.

Se trata de un conjunto de 186 varaderos repartidos en seis grupos: sa Bassa Nova 1 (14), sa Bassa Nova 2 (51), carrer dels Tamarells (8), carrer de la Mar (16), es Riuetó (90) y es Babo 7).

Las barracas más antiguas son las de es Riuetó. Estas serían las primeras al construirse porque en aquel lugar, en el barrio denominado sa Capella, surgió uno de los núcleos primitivos de población de Portocolom. Aun así, por su tipología, la más antigua podría ser la Barraca d’en Capó, que se encuentra a comienzos de la zona del Babo.

Es Riuetó es el nombre que recibe la parte más estrecha de Portocolom, que se adentra más hacia la tierra. Sobre los años treinta del siglo XX, solo había la mitad de las 90 barracas actuales del Riuetó.

Estas barracas iniciales surgieron como habitaciones pequeñas, construidas sobre las rocas, que están cerca del mar, con el objetivo de resguardar los barcos pequeños de los habitantes de Felanitx que iban a veranear a Portocolom.

Algunas de estas barracas llegan hasta el agua y forman una pequeña cavidad de bóveda de cañón, cerrada con una puerta o una barrera de madera, ante la cual se construye un muellecito para tener amarrada la barca.

La concesión original de las barracas data de los años 60 del siglo pasado. En julio de 1988 entra en vigor la Ley 22/1988 de Costas, y en 2014 el RD 876/2014, de 10 de octubre, el Reglamento de la Ley de Costas. En este reglamento, se establecía, igual que en la consecuente Ley 10/2005, de 21 de junio, de Puertos de las Islas Baleares, que las concesiones vigentes otorgadas con anterioridad a la entrada en vigor de la Ley de Costas vencerían en un plazo máximo de 30 años. Por lo tanto, las concesiones quedaron extinguidas a partir de julio de 2018. Dado que la gestión del Dominio Portuario, y por tanto de las concesiones en él incluidas, fue transferida a la Comunidad Autónoma, es ésta última quién puede decidir sobre la continuidad de las obras e instalaciones situadas en este Dominio.

3.3 El muelle de la Aduana, construcción y actualidad.

Después de siglos de abandono, el 1797, se hicieron las primeras gestiones para rehabilitar el puerto. El primer muelle de Portocolom del siglo XIX data de 1828. Se trataba de un muelle modesto, construido a instancia del Ayuntamiento. El 1834, se empezó el camino de Felanitx, el camino del Mar, terminado el 1843. El 1851, gracias a la intervención de la familia Vica, fue concedida la habilitación para embarcar grano, líquidos y legumbre. El 1853 fue elevado a la categoría oficial de puerto y, una Real Orden de 1854, ordenó la construcción de la aduana, que fue a cargo del municipio y, el 15 de marzo del año siguiente, el puerto fue abierto al comercio. El 1884, fundada ya la colonia, se consiguió permiso para importar algunos productos (legumbre, grano, madera para tonelería, etc.). A causa de este movimiento comercial, previamente se había dragado un canal de 4 o 5 m, sa Fonera, desde la embocadura hacia el noroeste, ejecutado entre 1880 y 1882. Entretanto, el tráfico ganadero había logrado cierta importancia.

La apertura de los mercados franceses ofreció la coyuntura óptima a un puerto que no destacaba por su importancia geo-económica. A partir de 1879 se cuadruplicó de golpe el comercio de vino y el arqueo bruto de los barcos dedicados al tráfico vinatero aumentó de manera parabólica. El comercio del vino con Sete y Niza empleaba barcos todavía más gordos. Entretanto, la filoxera había invadido todos los dominios continentales y las áreas insulares se aprovecharon de este atraso. El tonelaje fue en aumento durante los primeros años de este segundo periodo y el quinquenio de 1883-1887 probablemente debió de ser el periodo comercial más interesante. El 8 de junio de 1883, Portocolom es declarado puerto de interés general de segundo orden –clasificación que perderá por R.O., del 4 de agosto de 1926, pasando a tener la clasificación de puerto de refugio.

El espigón, el muelle de sa Duana y las rampas empedradas para cargar bocoyes de vino fueron construidos en 1890, aunque el proyecto parece que es muy anterior. Parte de las piedras para su construcción provenían de las Navetes dels Clossos de Can Gaià. Estas construcciones representan un testimonio de la importancia que tuvo Portocolom como puerto comercial en el siglo XIX. De hecho, fue el puerto más importante de Levante y uno de los más importantes de Mallorca, incluso, adalid en lo referente a la exportación de vino. El año 1890 coincide con la máxima subida del tráfico del vino; pero, con la llegada de la filoxera en la isla, dos años después, quedó cortado de raíz y, desde entonces, el tráfico comercial no fue nunca el mismo.

Paradójicamente, el declive comercial del puerto durante el siglo XX hizo que se preservaran los Muelles de sa Duana. De hecho, de estos muelles, únicamente se emplearon para tráfico de mercancías de cabotaje el Muelle Comercial, emplazado al lugar del primitivo muelle de 1828, el cual fue ampliado en 1947 y 1948 en unos 40 metros. Con esta ampliación del muelle comercial, los muelles de sa Duana pasaron a denominarse popularmente «Muelles viejos» de sa Dduana.

De las actividades realizadas en el muelle, aparte de las mencionadas, destinadas a la descarga y embarque de los toneles de vino, también se tienen que destacar las tareas de maestro de azuela realizadas al muelle. Además de las de amarre de embarcaciones de pesca, como lo hagáis durante un tiempo la reconocida «Balear», y las todavía actuales tareas de reparación de redes y otros enseres que se realizan los pescadores encima el empedrado.

El conjunto de diques, escalas, rampas, varaderos y norayes de piedra originales que forman el puerto y que todavía hoy se utilizan constituye uno de los patrimonios de la obra civil de finales de siglo XIX más importantes y muy conservados de la isla. Los marineros usan este espacio para desplegar y reparar bueyes y redes y preparar aparejos de pesca. Un uso que ha sido siempre compatible con el uso público y de visitantes.

4. Memoria descriptiva

4.1 Descripción del núcleo antiguo.

El núcleo antiguo de Portocolom está configurado por edificaciones de planta baja o planta baja y un piso, de arquitectura sencilla tradicional, construidas entre las postrimerías del siglo XIX y los inicios del siglo XX, con incorporaciones durante todo el siglo XX hasta la actualidad.

Se trata de arquitectura residencial, destinada al veraneo, muy ligada con el mar.

Presenta un asentamiento en tramado rectangular con un viario orientando de noroeste a sudeste y sus perpendiculares.

Hay que destacar la tipología de casas con lonja en el primer piso, ubicadas en las calles de los Pescadores, de Levante y del Mar. Realizadas entre finales del siglo XIX y principios del XX, destacan especialmente por las fachadas que miran en el mar, porque la mayoría son casas que comunican a dos calles. La mayoría presenta la planta baja forrada de piedra con un ancho portal con arco escarzano, destinado antiguamente a amarradero de barcas o a barraca.

Las casas de la calle de Cristóbal Colón se caracterizan por las aperturas de grandes dimensiones de la planta baja, que originariamente daban acceso a almacenes por uso comercial relacionado con el transporte portuario.

4.2 Descripción de las barracas.

Los varaderos o barracas son unas construcciones sencillas agrupadas destinadas a resguardar las embarcaciones tradicionales menores, especialmente , , pateras, botes cubiertos y descubiertos y lanchas de Felanitx. Se trata de un espacio de planta rectangular, sin compartimentar, destinado al cobijo de una sola barca.

En cuanto a la estructura, mayoritariamente existen dos tipologías: las barracas con bóveda de cañón y las barracas de forjado plano. Las barracas de cubierta realizada con bóveda de cañón de arco escarzano se distinguen según los materiales de construcción, encontrándose principalmente las de hormigón, las de (piedra arenisca) y las de piezas cerámicas, de ladrillo agujereado principalmente. Las de forjado unidireccional son de hormigón ciclópeo, un tipo de hormigón que lleva bloques grandes de piedra en el interior de la masa, con poca cantidad de cemento y de dudosa calidad. Los muros son de mampostería ordinaria, de sillar de arenisca o, en algunos casos, de hormigón en masa.

En la mayoría de los varaderos la única apertura es el amplio portal por el cual entra la barca, adintelado o con arco rebajado. Frecuentemente, el dintel es un tronco de árbol, o incluso piezas de embarcaciones reaprovechadas. Las puertas de entrada son de madera y solían estar pintadas de diferentes colores.

El pavimento interior presenta a menudo pendiente ascendente desde el portal, para facilitar el paso de la barca, con la ayuda de maderas clavadas al suelo y de un polipasto al fondo del refugio conocido como , unos tornos que permiten enrollar o desenrollar la cuerda que sujeta la embarcación y así subirla o bajarla con más facilidad. En el exterior encontramos unas rampas, en la mayoría de casos de hormigón, para facilitar la introducción de la barca en el interior desde el agua. Al lado de estas rampas hay unas escaleras para bajar al varadero desde la cubierta. Son unas escaleras generalmente muy estrechas, y presentan una fuerte pendiente. Originalmente estaban formadas por piezas de con revoque de mortero o bien con mampostería también rejuntada con mortero. Algunas de las escaleras conservan las balaustradas de madera de sección cuadrada y remates con las barandillas, también de madera. En la mayoría de los casos, los escalones de acceso y las barandillas son compartidos cada dos barracas.

Algunas de las barracas disponen de muelle interior, hecho que permite introducir la barca hasta bajo cubierta.

La mayoría de los varaderos disponen de su muellecito delante, muchas veces compartido entre dos barracas, que permitía el acceso al varadero y el amarre de la embarcación antes de entrarla en el interior. Actualmente se utilizan para amarrar las barcas de manera permanente, puesto que muchas ya no caben en el interior, debido a sus mayores dimensiones.

La geometría de los muellecitos es variable. Están formados por una fundamentación ejecutada, muchas veces, a partir de machaca de poco diámetro, pero también por sillares de piedra o elementos de hormigón. En general, el estado de conservación de la fundamentación es muy malo. Sobre esta primera base se dispone un cuerpo levantado a base de muros de mampostería o bien de piezas de dispuestas horizontalmente. El interior de estos muros se llenaba de material diverso y mortero para dar rigidez. La coronación de los muellecitos constituye la zona de paso y de amarre de las embarcaciones. Originalmente, esta se ejecutaba mediante la disposición de piezas de en el perímetro mientras que la parte central se pavimentaba con mortero o mediante una solera de hormigón.

La totalidad de los varaderos se encuentran repartidos en seis conjuntos a lo largo del puerto, que van desde sa Bassa Nova hasta es Babo, pasando por la parte de sa Duana, sa Capella y es Riuetó.

Conjunto A - Barracas de sa Bassa Nova (1)

Entrando desde el sur por vía marítima a la bahía de Portocolom se encuentra a mano izquierda sa Bassa Nova, que da nombre a los dos primeros conjuntos de varaderos. Las primeras construcciones, denominadas según el Catálogo municipal ses Barraques de sa Bassa Nova 1, se encuentran en la calle Crucero Baleares (barracas 101-114). Este conjunto está formado por 14 varaderos y era conocido como porque las hizo construir el maestro Joan Porro. Por el sistema constructivo podrían ser de mitad del siglo XX.

Las barracas están aisladas formando conjunto en una zona de pinar. Tienen la particularidad de que todas disponen de fachada posterior, con una puerta muy estrecha. Todos los volúmenes están construidos con bóveda de cañón con piezas cerámicas (ladrillo perforado) sobre muros de hormigón en masa revocados en mortero. Por encima de la bóveda hay un rellenado con hormigón ciclópeo acabado con una capa de mortero que constituye el acabado de cubierta.

Las aperturas para las barcas son de arco rebajado. En algunos de los varaderos el agua entra hasta el interior, en una especie de muelle interno que permite la entrada de la barca a cubierto. Se puede acceder a la cubierta de los varaderos por los escalones, que no disponen de las típicas barandillas de madera, y que son de menor ancho que a los otros conjuntos de barracas. La cubierta es transitable solo para tareas de mantenimiento.

En la parte frontal encontramos unas rampas que facilitan la entrada y salida de la barca. Estas son de piezas de dispuestas horizontalmente y sobre estas se han dispuesto soleras de hormigón. También en fachada se encuentran los muellecitos para dejar la barca.

Conjunto B - Barracas de sa Bassa Nova (2)

El conjunto está formado por 51 varaderos y reciben, según el Catálogo municipal, el nombre de ses Barraques de sa Bassa Nova 2. Se sitúan en la calle Crucero Baleares (barracas 101-151) y se extienden hasta la parte inferior del muelle de sa Duana. Por el sistema constructivo y las fotografías de las que se dispone, se podría decir que son de mediados del siglo XX.

Casi la totalidad de las barracas tienen forjado unidireccional con vigas de hormigón o losa de hormigón apoyadas sobre muros de o de bloque. Del resto, algunas barracas son de bóveda de cañón de y por último encontramos dos varaderos que tienen la cubierta hecha con una losa con perfiles metálicos. La parte superior del conjunto de varaderos es de losa de hormigón y forma el paseo de peatones. La fachada es de revocado con mortero, igual a los paramentos interiores. Las aperturas del portal de entrada son de dintel recto.

Todas las barracas disponen de su muellecito al cual se accede por las escaleras. Las escaleras son en la mayoría de los casos de mampostería y mortero o bien de hormigón ciclópeo. Prácticamente todas estas escaleras conservan las barandillas y están pintadas de varios colores.

La mayoría de las barracas disponen de una rampa de hormigón frontal, apoyada sobre mampostería de piedra o sobre piezas de marès dispuestas en horizontal y que permite el acceso de la barca al interior. Algunas de las barracas, no obstante, disponen de dos muelles laterales interiores que permiten la entrada del agua y de la barca, que queda flotando en el interior de la barraca, sin tener que subir por la rampa.

Conjunto C - Barraques de la calle de Els Tamarells

En la zona de la Capilla se sitúan los siguientes grupos de varaderos. Se trata de 8 construcciones situadas en la calle de Els Tamarells. Antes eran conocidas como las barracas de Rafel Poia. Se estima que su construcción tuvo lugar durante la primera mitad del siglo XX, a partir del año 1921.

El paseo de peatones pasa por encima de las cubiertas hechas con bóveda de cañón muy rebajadas y de piezas cerámicas (ladrillo perforado) y hormigón en masa que se apoyan sobre muros laterales de hormigón en masa revocados con mortero. Una de las bóvedas está ejecutada con cubierta de marès. Por encima de las bóvedas hay un rellenado de tierra y encima una capa de mortero acabada con baldosa cerámica que conforma el paseo de peatones.



Datos oficiales del departamento Administración Local

Resolución de 10 de mayo de 2022, del Consejo Insular de Mallorca (Illes Balears), referente a la incoación del expediente de declaración como bien de interés cultural, con categoría de lugar de interés etnológico, del conjunto de los muelles de la Aduana y el conjunto de varaderos de Portocolom, en el término municipal de Felanitx.

"Resolución de 10 de mayo de 2022, del Consejo Insular de Mallorca (Illes Balears), referente a la incoación del expediente de declaración como bien de interés cultural, con categoría de lugar de interés etnológico, del conjunto de los muelles de la Aduana y el conjunto de varaderos de Portocolom, en el término municipal de Felanitx." corresponde a la publicación del boletín oficial del registro mercantil BOE-A-2022-8518 publicado el 24 mayo 2022

ID de la publicación: BOE-A-2022-8518
Titulo oficial
Emisor:
Seccion: 3
PUB: Boletín Oficial del Estado
Fecha de publicación: 24 mayo 2022
Fecha Pub: 20220524
Fecha última actualizacion: 24 mayo, 2022
Numero BORME 123
Seccion: 3
Departamento: Administración Local
Numero de anuncio:
ID del anuncio:
Fecha de publicacion: 24 mayo 2022
Letra: A
Pagina de inicio: 71460
Pagina final: 71488




Publicacion oficial en el BOE número 123 - BOE-A-2022-8518


Publicacion oficial en el BOE-A-2022-8518 de Resolución de 10 de mayo de 2022, del Consejo Insular de Mallorca (Illes Balears), referente a la incoación del expediente de declaración como bien de interés cultural, con categoría de lugar de interés etnológico, del conjunto de los muelles de la Aduana y el conjunto de varaderos de Portocolom, en el término municipal de Felanitx.


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