Decreto 162/2014, de 22 de julio, por el que se declara el patrimonio histórico-artístico en el término municipal de Medellín (Badajoz) como bien de interés cultural, con categoría de sitio histórico.





El Estatuto de Autonomía de Extremadura, en redacción dada por Ley Orgánico 1/2011, de 28 de enero, recoge como competencia exclusiva en su artículo 9.1.47 la «Cultura en cualquiera de sus manifestaciones», así como el «Patrimonio histórico y cultural de interés para la Comunidad Autónoma».






Orden del día 23 octubre 2014

El Estatuto de Autonomía de Extremadura, en redacción dada por Ley Orgánico 1/2011, de 28 de enero, recoge como competencia exclusiva en su artículo 9.1.47 la «Cultura en cualquiera de sus manifestaciones», así como el «Patrimonio histórico y cultural de interés para la Comunidad Autónoma».

En desarrollo de esta competencia se dictó la Ley 2/1999, de 29 de marzo, de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura que recoge la competencia y el procedimiento para llevar a cabo la declaración de Bien de Interés Cultural de un bien que se entienda entre los más relevantes del Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura. El procedimiento se describe en los artículos 7 y siguientes de la citada Ley.

Con base en la normativa citada, se dictó Resolución de 24 de julio de 2013, publicada en el DOE número 154, de 9 de agosto, y por la que se incoa expediente de declaración de Bien de Interés Cultural para el Patrimonio Histórico Artístico en el término municipal de Medellín (Badajoz), con la categoría de Sitio Histórico.

La incoación del expediente fue notificada al titular afectado, al Excmo. Ayuntamiento de Medellín (Badajoz) y al Ministerio de Educación, Cultura y Deportes para su inscripción provisional en el Registro General de Bienes de Interés Cultural, donde se procedió a practicar anotación preventiva del expediente de declaración, con el número 28812. Además se ha contestado en tiempo y forma la única alegación presentada.

Se han cumplimentado todos los trámites previstos en los artículos 7 y siguientes de la ley 2/1999, de 29 de marzo, de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura, y se han solicitado los informes de las instituciones consultivas a que se refiere el artículo 4.1 de la Ley 2/1999, de 29 de marzo, de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura. De ellas, se ha recibido informe favorable de la Universidad de Extremadura y de la Real Academia de Extremadura de las Letras. Por otro lado la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, también ha emitido informe favorable.

La localidad extremeña de Medellín se localiza en la provincia de Badajoz, dentro de la comarca de las Vegas Altas, a unos 40 km al este de Mérida y a unos 10 km al oeste de Don Benito. Se accede a dicho municipio a través de las carreteras EX-206 y BA-088.

El municipio de Medellín es una de las poblaciones con mayor renombre, arraigo y trascendencia histórica de Extremadura. Esta viene marcada en gran parte, por la magnífica localización estratégica de que disfruta al asentarse en un alto cerro desde el que se controla uno de los mejores vados del Río Guadiana.

La inmejorable feracidad de las vegas de los ríos Ortiga y Guadiana; el hecho de existir en ese lugar una zona vadeable para cruzar este último, así como la gran visibilidad del llamado Cerro del Castillo han favorecido que, desde la prehistoria, este lugar haya atraído la atención de las diferentes comunidades humanas que por él han pasado.

Las primeras ocupaciones de este enclave se asentaron en la parte alta del cerro, zona desde la que han ido descendiendo progresivamente a lo largo de la historia. Son de singular interés patrimonial dentro de la delimitación del Sitio Histórico y de su entorno los siguientes elementos:

Correspondientes al Calcolítico y Edad del Bronce, se han localizado algunas evidencias arqueológicas (hogares, agujeros de postes, vertederos, etc.) que atestiguan la existencia de ocupaciones humanas desde al menos el III milenio a. C en adelante. De la Edad del Bronce, también se han localizado vestigios in situ siendo datados algunos de ellos entorno a los siglos XIV-XIII a.C.

Dentro del periodo orientalizante, es muy importante destacar los descubrimientos realizados durante la excavación de la necrópolis tartésica de Medellín.

Del periodo romano destaca por su excelente grado de conservación el teatro, así como otras estructuras monumentales, como un posible templo, un pórtico columnado, tabernas, muros de aterrazamientos, así como posibles restos del puente de ese período.

Del período tardoantiguo y medieval se ha de reseñar principalmente los vestigios de época musulmana como algunos lienzos de murallas, diversas partes del castillo, así como los aljibes y cisternas localizados en él.

De época medieval cristiana destacan los inmuebles de la Iglesia de Santa María, la Iglesia de Santiago y la Iglesia de San Martín, así como diversas reformas y ampliaciones del castillo.

La época moderna de esta localidad vendrá marcada por el acontecimiento del descubrimiento de América, en la que destacará Hernán Cortés. Los monumentos más emblemáticos que se erigen en este periodo son la Iglesia de Santa Cecilia y el puente que en tiempos de Felipe IV (siglo XVII) se construyó sobre el río Guadiana.

En Época Contemporánea, Medellín se verá afectado por dos importantes conflictos bélicos: de un lado la Guerra de la Independencia, con el desarrollo de la famosa «Batalla de Medellín», producida el 28 de marzo de 1809, que terminó con la derrota de las tropas españolas del General Cuesta y la destrucción de numerosos inmuebles de esta localidad; y de otro, la Guerra Civil, de la que aún se conservan parte de las trincheras realizadas por los soldados republicanos que se fortificaron en este enclave.

De lo anteriormente manifestado, se deduce que el enclave de Medellín atesora importantes vestigios arqueológicos, inmuebles y monumentos de gran valor artístico y al mismo tiempo ha sido el escenario donde se han desarrollado numerosos y trascendentales acontecimientos históricos que han tenido lugar en dicha población y su entorno. Por citar solo algunos: guerras sertorianas, nacimiento de Hernán Cortés, Batalla de Medellín, acontecimientos de la Guerra Civil, etc.

Todo ello justifica que Medellín es un bien de relevancia y ha de disponer del máximo nivel de protección que asegure su salvaguarda, por lo que el objeto del presente documento es establecer su incoación de Bien de Interés Cultural en la Categoría de Sitio Histórico.

Dicho documento refleja una reseña histórica del yacimiento, la descripción de los principales elementos patrimoniales que allí se conservan, la delimitación del bien y del entorno, las referencias catastrales de las fincas e inmuebles que quedan dentro de la delimitación de BIC y de su entorno, también se recoge la normativa de protección del Sitio Histórico y su entorno, en la cual se incluye la caracterización, justificación y criterios básicos para futuras intervenciones; el Régimen de intervención; la conservación de los restos arqueológicos que allí existen; la Administración competente en relación a la categoría señalada; los usos permitidos en éste y su entorno; el Régimen de visitas del Bien, etc.

En consecuencia, de acuerdo con lo establecido en el artículo 9.1.47 del reformado Estatuto de Autonomía de Extremadura y con el artículo 9.1 de la Ley 2/1999, de 29 de marzo, de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura, a propuesta de la Excma. Sra. Consejera de Educación y Cultura, y previa deliberación del Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura, en sesión celebrada el día 22 de julio de 2014, dispongo:

Artículo 1. Declaración de Bien de Interés Cultural con categoría de Sitio Histórico.

Se declara Bien de Interés Cultural con categoría de Sitio Histórico el Patrimonio Histórico-Artístico del término municipal de Medellín (Badajoz), según la descripción y ubicación que se recogen en el anexo de este decreto.

Artículo 2. Publicaciones.

Publicar en el Diario Oficial de Extremadura y en el Boletín Oficial del Estado el presente Decreto, y notificar el mismo al Excmo. Ayuntamiento de Medellín, a los propietarios y al resto de posibles interesados.

Artículo 3. Inscripción en los Registros.

Inscribir en el Registro de Bienes de interés Cultural de Extremadura y notificar al Ministerio de Educación, Cultura Y Deportes, esta declaración para su inscripción en el Registro de Bienes de Interés Cultural del Estado.

Disposición final única. Entrada en vigor.

El presente Decreto entrará en vigor el mismo día de su publicación en el «Diario Oficial de Extremadura».

Mérida, 22 de julio de 2014.–El Presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago Terraza.–La Consejera de Educación y Cultura, Trinidad Nogales Basarrate.

ANEXO

1. Evolución diacrónica del sitio histórico y conjunto arqueológico de Medellín

El municipio de Medellín es una de las poblaciones con mayor renombre, arraigo y trascendencia histórica de Extremadura. Esta viene marcada en gran parte, por la magnífica localización estratégica de que disfruta al asentarse en un alto cerro desde el que se controla uno de los mejores vados del Río Guadiana.

La inmejorable feracidad de las vegas de los ríos Ortiga y Guadiana; el hecho de existir en ese lugar una zona vadeable para cruzar este último, así como la gran visibilidad del llamado Cerro del Castillo han favorecido que, desde la prehistoria hasta la actualidad, este lugar haya atraído la atención de las diferentes comunidades humanas que por él han pasado.

Se explica a continuación la importancia histórica de Medellín mediante una breve descripción de los vestigios arqueológicos y hechos históricos que de cada época se han documentado en dicha localidad.

1.1 Calcolítico y Edad del Bronce.

Durante el seguimiento arqueológico de las obras de adecuación del Parque Arqueológico de Medellín, realizadas en los años 2007 y 2008, se descubrió un lugar en la ladera oeste del Cerro del Castillo, en el que existía estratigrafía «in situ» de época prehistórica. Se realizó un sondeo arqueológico que permitió documentar ocupaciones humanas anteriores a las que se conocían hasta la fecha en Medellín. Concretamente, materiales cerámicos de Época Calcolítica (formas abiertas de borde engrosado típicas del III Milenio a. C.) y, sobre todo, los importantes niveles de ocupación del Bronce Final, que han aportado restos de 3 hogares (dos de ellos superpuestos), que testimonian la permanencia de la ocupación de este momento. Las dataciones radiométricas realizadas determinan que las ocupaciones más antiguas se inician ya en los siglos XIV-XIII a.C.

En dichas obras de adecuación se hallaron, además, otros fragmentos cerámicos removidos, adscribibles al Bronce Pleno, I Edad del Hierro, II Edad del Hierro, y Época Orientalizante, por lo que se podría decir que la ocupación humana del Cerro del Castillo de Medellín ha sido continua desde, al menos, la Edad del Bronce, hasta la actualidad.

1.2 Período prerromano.

Sobre el origen indígena de Medellín, Schulten señaló en su día un posible origen tartésico, aunque será Martín Almagro Gorbea, con las primeras campañas arqueológicas sistemáticas realizadas en el Cerro del Castillo y su entorno, quien marque las primeras bases de la ocupación prerromana de este yacimiento. Así, establece varios periodos:

– Medellín I (800-650 a.C.). Bronce Final-Orientalizante Antiguo.

– Medellín II (650-600 a.C.). Orientalizante Pleno.

– Medellín III (600-500 a.C.). Orientalizante Tardío.

– Medellín IV (450-79 a.C.). Cultura de los Oppida.

– Medellín IV (450-79 a.C.). Cultura de los Oppida.

A) Época Orientalizante.

El descubrimiento más significativo para este periodo es sin duda la «Necrópolis de El Pozo». En este enclave se han realizado varias intervenciones arqueológicas, las primeras en 1969 y 1970, a las que sucedieron las acometidas en 1982, 1984-1985 y 1986 todas ellas dirigidas por el Prof. M. Almagro Gorbea.

En su localización se hallaron, entre otros vasos, el significado Kylix ático, ampliamente recogido en su literatura científica.

Durante las diferentes campañas de excavación se han documentado en esta necrópolis unas doscientas tumbas, si bien, a juzgar por la extensión del área funeraria y densidad de los restos, la Necrópolis de «El Pozo» podría haber albergado unas dos mil tumbas.

En la necrópolis se distinguen dos tipos de sepulturas: las urnas en hoyos y los busta. Para todas ellas el rito funerario utilizado fue la cremación de cadáveres.

En la necrópolis se han documentado, además varios depósitos de ofrendas íntimamente relacionados con los ritos funerarios que acompañan los enterramientos.

M. Almagro ha podido establecer una periodización de la necrópolis a partir de los restos materiales y la caracterización de las estructuras funerarias documentadas. Una primera fase se desarrollaría entre la segunda mitad del siglo VIII a. C., y la última entre el 500 a. C. y el 475 a.C.

Este investigador también documentó en el Cerro del Castillo estructuras y fragmentos de cerámicas de retícula bruñida y de tipo Carambolo en niveles revueltos de la excavación del teatro de 1969-70, así como cazuelas tartésicas en el área de Porta Caeli, que han ayudado al Prof. M. Almagro a identificar el hábitat orientalizante en esta zona y establecer la secuencia cronológica ya citada sobre este período.

A grandes rasgos esta se conformaría por una primera fase, Orientalizante Antiguo (inicios del siglo VII a.C.), es la época más antigua del poblado, definida por cerámicas Tipo Carambolo y de retícula bruñida. La segunda fase, Orientalizante Pleno (1/2 del s. VII a.C.–finales del s.VI a.C.), se encuentra caracterizada por la presencia de cerámicas Tipo Medellín. La tercera fase, Orientalizante Tardío (600 a.C.–s. V a.C.), identificada con la presencia de restos de adobe cocido que se atribuyen con restos de la muralla o de viviendas.

B) Cultura de los Oppida.

El desarrollo de esa población prerromana se encontraría ligado tanto a las óptimas condiciones agrícolas que ofrecerían las fértiles Vegas del Guadiana, como también al control de la ruta de comercio de metales, especialmente oro y estaño, que existiría entre la zona tartésica y la turdetana.

Para Almagro, el Medellín prerromano debió de constituir uno de los oppida más importantes del suroeste de la Península Ibérica, con un núcleo de población que ocuparía unas 13 Ha. Los resultados obtenidos durante los sucesivos cortes estratigráficos realizados en la zona indicaban la existencia de un poblamiento centrado en el Cerro del Castillo. Así se pudo observar en las catas realizadas en la ladera norte de este cerro, que permitieron identificar con cierta exactitud parte del trazado de la muralla prerromana y la existencia de un basurero fuera de la cinta defensiva. En la zona alta de este cerro, y a tenor de los materiales recogidos en las catas del castillo, se piensa que esta zona estuvo ocupada por alguna estructura de prestigio, una regia o bien un santuario de tipo urbano.

La hipótesis sobre la existencia de ese importante núcleo de población tartésico se ha ido corroborando en las excavaciones desarrolladas en estos últimos años como demuestran los restos cerámicos y estructuras arqueológicas que de este periodo se han documentado en el Cerro del Castillo, Calle Palacios, Plaza de Hernán Cortés y otros lugares.

Además de lo anterior, conviene destacar y valorar la existencia de una red radial de caminos que evidenciaría, una chora orientalizante perfectamente conservada.

El profesor Martín Almagro relaciona los restos arqueológicos hallados tanto en la necrópolis como en los sondeos realizados en el Cerro del Castillo, con parte del oppidum prerromano de Conisturgis, que era la capital de los conios, uno de los principales pueblos del mundo tartésico.

1.3 Período romano.

Tradicionalmente se ha atribuido la fundación de Metellinum (también llamada Castra Metellina, Metelion y Colonia Metellinensis), al general Quinto Cecilio Metelo Pio, quien fue enviado por Sila, a la Ulterior, en el año 79 a. C., en calidad de procónsul, para sofocar la rebelión del general Sertorio. Según parece, Metelo ubicó en la margen izquierda del rio Anas un campamento militar en el marco de esas guerras civiles, del cual se piensa que proviene la denominación del actual Medellín.

Poco se sabe de la urbe romana de Metellinum, la cual aparece escasamente citada en las fuentes grecolatinas. Plinio es uno de los que primero la menciona, quien indica que era una de las cinco colonias que existían en la Provincia Hispana Ulterior Lusitania a mediados del siglo I d. C. También Claudio Ptolomeo la cita como ciudad vetona y la sitúa en un mapa cartográfico de la Hispania del siglo II d. C. A posteriori, también será recogida en varios de los itinerarios romanos de Hispania.

La mayoría del conocimiento que actualmente tenemos de este periodo se deriva de los restos arqueológicos romanos que aún se conservan en este lugar. Destaca el estudio que realizó la historiadora medellinense doña Salvadora Haba Quirós, quien en su tesis «Medellín Romano. La colonia medellinensis y su territorio», sintetiza toda la información que de época romana se conocía hasta ese momento. Su estudio se basaba en el análisis de la información que aportan las fuentes clásicas, en el conocimiento del período prerromano, en los estudios epigráficos, numismáticos, así como en los estudios realizados sobre los restos arqueológicos conservados en dicho municipio.

Entre los más estudiados habría que destacar monumentos tan emblemáticos como el teatro, sin duda edificio-guía de la ciudad, los restos del puente sobre el río Guadiana, la necrópolis altoimperial de «El Pradillo», además de otros restos hallados en sus cercanías como la villa de «Las Galapagueras».

Respecto a los límites del conjunto urbano de la ciudad romana, estos según la documentación histórica que existe, vendrían definidos por la muralla romana, cuyo trazado hipotético ha sido descrito por Rodríguez Gordillo (1916). Según este autor, la muralla romana «arrancaba del castillo de oriente a occidente, bajaba a la Puerta Caeli y en dirección oeste, por detrás del Convento de las Concepcionistas, por las calles Villavieja y Tena llega hasta la Puerta de la Villa formada por dos torreones con un arco. De esos dos torreones sólo subsiste uno donde en su parte inferior se ha dispuesto una hornacina de la Virgen de la Victoria. En su parte superior se colocó la antigua campana del reloj, lo que le da la denominación de la Torre del Reloj. Desde aquí se dirigía a la calle de los Alcaldes Buenos, de los Oros y del Coso en cuyo final se sitúa la Puerta de Santiago. Después, por detrás del Palacio de los Condes de las Atalayas y de la Iglesia de Santiago, subía hasta el Castillo, encerrando así en su recinto el teatro».

Frente a esta descripción, Salvadora Haba indicaba que los restos que tradicionalmente han sido identificados con la muralla romana, son los que se localizan en la parte noroccidental del cerro, describiéndolos: «… se trata de un potente muro de unos 11 mts. de longitud, de 1,5 mts. de ancho, con perfecta estructura realizada con dos paramentos exteriores de opus incertum, rellenos con argamasa de opus caementicium y sin materiales reaprovechados, es decir, con fábrica absolutamente similar a la hallada en el interior de la alcazaba de Mérida. Corre en dirección norte-sur, y se pierde al llegar al actual camino de subida al castillo desde la Iglesia de San Martín. Va por una zona alta y accidentada, y se adapta a esa topografía, siendo evidente que va asentado en la roca. En el lado norte, el muro termina o remata en su ensanchamiento cuadrangular, a modo de bastión. Es aquí justamente donde el muro de tapial árabe conecta con él y desciende en dirección este-oeste».

Los datos antes citados sobre el trazado de la muralla romana, están siendo actualmente revisados, ya que las últimas intervenciones arqueológicas desarrolladas han demostrado que algunos de ellos no se ajustan a la realidad.

El monumento mejor conservado y documentado de la época romana de Medellín es en la actualidad, su teatro romano. La documentación de este monumento se inició en 1969 y 1970, gracias a las dos campañas de excavaciones desarrolladas por don Mariano del Amo y de la Hera. Esas primeras excavaciones permitieron conocer parcialmente de la estructura del mismo: parte del muro perimetral del graderío, la cripta, los dos accesos a las gradas (vomitoria), una de las puertas de acceso lateral, parte de la estructura de los dos grandes accesos laterales (aditus maximus) y parte del muro del frente de escena (scaenae frons).

Tras años de olvido en los que únicamente se desarrolló una restauración de los restos exhumados por Del Amo, será ya en el año 2007 cuando se retomen los trabajos de excavación de este teatro, dentro de las intervenciones del proyecto «Adecuación del Parque Arqueológico de Medellín» que dirigía el arqueólogo Santiago Guerra Millán en el programa «Patrimonio Crea Empleo» TECO de Medellín.

Es necesario mencionar, en este sentido, que además del teatro recuperado en estos últimos años, las excavaciones ha permitido poner al descubierto otros importantes vestigios de época romana, como parte de una vía empedrada y su correspondiente cloaca, restos de dos posibles tabernae, un monumental pórtico columnado, así como la pared norte y parte de las fachadas este y oeste del posible templo romano que se localiza bajo la Iglesia de Santiago y que ya en 2003, documentó la arqueóloga Dña. Ana Bejarano, en la excavación que desarrolló en el interior de esa iglesia.

Otras estructuras romanas que conviene señalar son aquellas que se observan en distintos puntos del Cerro del Castillo, destacando las siguientes:

– Estructuras murarias de opus caementicium de Portacaeli.

– Estructuras de opus caementicium al suroeste del actual depósito de agua potable municipal.

– Muros de opus incertum y opus quadratum localizados al sur de la Iglesia de Santiago.

– Estructura monumental de opus caementicium que existe al oeste de la Iglesia de Santiago.

1.4. Período tardoantiguo y medieval.

Época visigoda.

Parece que en esta época Medellín sufre una etapa de retroceso, dados los pocos restos descubiertos, entre los que habría que destacar los hallazgos aislados de las lápidas funerarias encontradas en las proximidades de la ciudad, o el destacado ajuar áureo hallado en la zona de «El Turuñuelo», el cual fue fechado en torno al siglo VI d. C.

Época musulmana.

Los primeros testimonios históricos que se conocen sobre Medellín datan del año 825-912, en el que el geógrafo árabe Ibn Jurdadbih narra la revuelta bereber del 768. Posteriormente, ya en el s. X d. C., se la cita con su nombre arabizado «Madallín». Entre los siglos X-XI d. C. se alude a la presencia de bereberes en Medellín, destacándose su condición de plaza fortificada (hisn) y su dependencia administrativa de Mérida.

Entre las evidencias más significativas de este período cabe destacar diversas partes del castillo, los aljibes y cisternas localizados en él, así como las importantes ocupaciones que de esos períodos se han documentado durante las recientes excavaciones del teatro romano.

Época medieval cristiana.

Arranca, según las fuentes históricas, con la conquista en 1234 de la fortaleza de Medellín, por el rey Fernando III, quien la incorporará definitivamente junto con Magacela, a la Corona de Castilla. Años más tarde y tras diversos avatares políticos, el señorío de Medellín pasa a manos de Don Juan Pacheco, influyente político que casaría a su hija Dña. Beatriz Pacheco, con D. Rodrigo Portocarrero, quien ya contaba en 1445 con el título de «I Conde de Medellín».

Las construcciones más significativas que podemos señalar de esta época en Medellín son la Iglesia de Santa María, la Iglesia de Santiago y la Iglesia de San Martín, así como diversas reformas y ampliaciones del castillo. Las recientes intervenciones arqueológicas han permitido documentar importantes vestigios de ese momento como por ejemplo, la existencia de una necrópolis cristiana que rodea a la citada Iglesia de Santiago.

1.5 Período moderno y contemporáneo.

Edad Moderna.

Comienza en Medellín con la pugna política surgida entre Dña. Beatriz Pacheco y su hijo D. Juan Portocarrero, sobre quién debía ostentar el condado de Medellín. Esta disputa terminará en el año 1476, por mediación de los Reyes Católicos, quienes decidieron que el poseedor del condado debía ser D. Juan Portocarrrero.

La época moderna de esta localidad vendrá marcada por el acontecimiento del descubrimiento de América. Consecuencia de ello será el importante número de medellinenses que participarán en la empresa de Indias. Entre todos ellos destacará el ilustre Hernán Cortés, quien según las fuentes fue bautizado en la Iglesia de San Martín de Medellín. Cortés se convertiría en el conquistador del imperio azteca (actual centro de México) y I Marqués del Valle de Oaxaca, gobernador y capitán general de la Nueva España.

Los monumentos más emblemáticos que se erigen en este periodo son la Iglesia de Santa Cecilia y el puente que en tiempos de Felipe IV (siglo XVII) se construyó sobre el río Guadiana.

Época Contemporánea.

Medellín se verá afectado en este periodo por dos conflictos bélicos: la Guerra de la Independencia y la Guerra Civil.

En lo que se refiere a la Guerra de la Independencia, es muy importante el episodio histórico de la famosa «Batalla de Medellín», producida el 28 de marzo de 1809. El origen de dicha batalla se sitúa en la pérdida de Almaraz por las tropas francesas en enero de 1809, que pasó a manos españolas. Tras esta derrota José Bonaparte ordenó al Mariscal Víctor que marchara contra el General Cuesta. La batalla se desarrolló en el espacio comprendido entre Medellín, Mengabril, Don Benito y el Río Guadiana, el 28 de marzo de 1809, y terminó con la derrota de las tropas españolas del General Cuesta, produciéndose varios miles de muertos entre las bajas de ambos ejércitos, así como la destrucción de numerosos inmuebles de esta localidad.

En lo que se refiere a la Guerra Civil, es un hecho conocido que en el verano de 1936 los soldados republicanos vuelan una parte del puente moderno sobre el Río Guadiana, para impedir el avance de las tropas franquistas, produciendo con ello que la línea del frente se detuviera en este punto, convirtiéndose en una de las cabezas de resistencia republicana de la llamada «Bolsa de La Serena» hasta la caída de la población de Medellín en el verano de 1938, conservándose aún trincheras y nidos de ametralladoras en el Cerro del Castillo, en el Cerro Remondo y en la Sierra del Pirulito. Aparte de los destrozos citados del puente, también se producirán otros muchos, entre los que se podría destacar la demolición del campanario existente en una de las torres del castillo, así como cuantiosos destrozos en las iglesias (destrucción del arte mueble religioso) y en muchas de las casas del municipio, quedando algunas de ellas totalmente en ruinas. De hecho, Medellín fue incluida en el listado de poblaciones adscritas al Departamento de Regiones Devastadas creado por Franco.

En cuanto al punto de vista constructivo de esta época contemporánea, podríamos destacar la reforma urbanística realizada, en el último tercio del siglo XIX, para la construcción de la Plaza de Hernán Cortés, En ella se suprimió la manzana de casas existente entre la Calle Jariegos y la Calle Feria y en ese espacio se construyó una plaza en la que en 1890 se erigió una estatua de bronce de Hernán Cortés, como monumento dedicado a glorificar la figura del insigne conquistador extremeño.

También es conveniente reseñar los cambios que se producen, durante la segunda mitad del siglo XX, en el paisaje circundante de Medellín, a consecuencia de las nivelaciones de terrenos desarrolladas dentro del llamado «Plan Badajoz» que transformó en regadío gran parte de las llamadas Vegas Altas del Guadiana.

2. Listado y descripción de elementos inmuebles con valor patrimonial incluidos en la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de sitio histórico

Hay que destacar, que aparte del magnífico conjunto patrimonial que ahora vamos a describir existen en Medellín otros yacimientos arqueológicos, inmuebles inventariados y elementos histórico-artísticos que aunque no se reflejan en este documento son de gran importancia por lo que también son protegidos por la actual normativa patrimonial vigente.

Dicho lo anterior, destacaríamos los siguientes elementos:

– Castillo medieval.

– Iglesia de Santa María del Castillo.



Datos oficiales del departamento Comunidad Autónoma de Extremadura

Decreto 162/2014, de 22 de julio, por el que se declara el patrimonio histórico-artístico en el término municipal de Medellín (Badajoz) como bien de interés cultural, con categoría de sitio histórico.

"Decreto 162/2014, de 22 de julio, por el que se declara el patrimonio histórico-artístico en el término municipal de Medellín (Badajoz) como bien de interés cultural, con categoría de sitio histórico." corresponde a la publicación del boletín oficial del registro mercantil BOE-A-2014-10790 publicado el 23 octubre 2014

ID de la publicación: BOE-A-2014-10790
Titulo oficial
Emisor:
Seccion: 3
PUB: Boletín Oficial del Estado
Fecha de publicación: 23 octubre 2014
Fecha Pub: 20141023
Fecha última actualizacion: 23 octubre, 2014
Numero BORME 257
Seccion: 3
Departamento: Comunidad Autónoma de Extremadura
Numero de anuncio:
ID del anuncio:
Fecha de publicacion: 23 octubre 2014
Letra: A
Pagina de inicio: 86237
Pagina final: 86281




Publicacion oficial en el BOE número 257 - BOE-A-2014-10790


Publicacion oficial en el BOE-A-2014-10790 de Decreto 162/2014, de 22 de julio, por el que se declara el patrimonio histórico-artístico en el término municipal de Medellín (Badajoz) como bien de interés cultural, con categoría de sitio histórico.


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