Decreto 52/2019, de 9 de mayo, por lo que se declara bien de interés cultural las técnicas constructivas de la carpintería de ribera.





La Comunidad Autónoma de Galicia, al amparo del artículo 149.1.28 de la Constitución y segundo el tenor de lo dispuesto en el artículo 27 del Estatuto de Autonomía, asumió la competencia exclusiva en materia de patrimonio cultural.






Orden del día 11 julio 2019

La Comunidad Autónoma de Galicia, al amparo del artículo 149.1.28 de la Constitución y segundo el tenor de lo dispuesto en el artículo 27 del Estatuto de Autonomía, asumió la competencia exclusiva en materia de patrimonio cultural.

En ejercicio de esta, se aprueba la Ley 5/2016, de 4 de mayo, del patrimonio cultural de Galicia, que en su artículo 8.2 indica que: «Tendrán la consideración de bienes de interés cultural aquellos bienes y manifestaciones inmateriales que, por su carácter más singular en el ámbito de la Comunidad Autónoma, sean declarados cómo tales por ministerio de la ley o mediante decreto del Consello de la Xunta de Galicia, a propuesta de la consellería competente en materia de patrimonio cultural, de acuerdo con el procedimiento establecido en esta ley. Los bienes de interés cultural pueden ser inmuebles, muebles o inmateriales».

Mediante Resolución de 29 de mayo de 2017 (DOG número 109, de 9 de junio), la Dirección General de Patrimonio Cultural acordó incoar el procedimiento para declarar bien de interés cultural del patrimonio inmaterial las técnicas constructivas de la carpintería de ribera mediante su definición y la de sus tipos y técnicas de construcción, de sus modelos tipológicos, de los maestros, además de las medidas de salvaguarda y de su desarrollo.

Además, se sometió al trámite de información pública, en el que se presentaron dos alegaciones que proponían algunos matices de redacción, algunos de ellos incorporados a este texto definitivo, así como la variación de la composición del órgano de gestión, no estimándose en este caso justificadas las solicitudes.

En la tramitación de este expediente se cumplieron todos los trámites legalmente preceptivos de acuerdo con las disposiciones vigentes, además de contar con los informes favorables de los órganos consultivos, Museo do Pobo Galego, la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora del Rosario y a la Facultad de Geografía y Historia de la Universidad de Santiago de Compostela, según se establece en el artículo 18.2 de la Ley 5/2016, de 4 de mayo, del patrimonio cultural de Galicia, que informaron positivamente la propuesta de incoación presentada.

En su virtud, por propuesta del Conselleiro de Cultura y Turismo y previa deliberación del Consello de la Xunta de Galicia en su reunión del día nueve de mayo de dos mil diecinueve,

DISPONGO

Artículo 1. Objeto.

Este Decreto tiene por finalidad declarar bien de interés cultural del patrimonio cultural inmaterial de Galicia las técnicas constructivas de la carpintería de ribera, para reconocer su valor cultural singular en la conformación de la identidad del pueblo gallego y colaborar a la concreción de medidas para su salvaguarda, según lo descrito en el anexo I de este decreto.

Artículo 2. Medidas de salvaguarda.

Las medidas de salvaguarda para las técnicas constructivas de la carpintería de ribera como manifestación del patrimonio inmaterial de Galicia declarada bien de interés cultural se regirán en términos generales por el dispuesto en el Título V de la Ley 5/2016, de 4 de mayo, del patrimonio cultural de Galicia, así como por las concretas recogidas en el anexo II de este decreto.

Disposición adicional primera. Inscripción en el Registro de Bienes de Interés Cultural de Galicia.

Esta declaración de bien de interés cultural del patrimonio cultural inmaterial de Galicia de las técnicas constructivas de la carpintería de ribera se inscribirá en el Registro de Bienes de Interés Cultural de Galicia.

Disposición adicional segunda. Inscripción en el Inventario General del Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado.

Esta declaración de bien de interés cultural del patrimonio cultural inmaterial de Galicia de las técnicas constructivas de la carpintería de ribera se comunicará a la Administración General del Estado para su inscripción en el Inventario General del Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado.

Disposición adicional tercera. Notificación.

La publicación de este decreto por el que se declara bien de interés cultural del patrimonio cultural inmaterial de Galicia las técnicas constructivas de la carpintería de ribera se notificará a la Asociación Gallega de carpintería de Ribeira (Agalcari), a la Federación Gallega de Cofradías de Pescadores, a la Federación Gallega por la Cultura Marítima y Fluvial (Culturmar) y a Puertos de Galicia.

Disposición adicional cuarta. Recursos.

Contra este acto, que agota la vía administrativa, las personas interesadas podrán interponer recurso contencioso-administrativo en el plazo de dos meses desde el día siguiente al de su publicación, ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, o potestativamente, recurso de reposición ante este mismo órgano, en el plazo de un mes, sin perjuicio de que las personas interesadas puedan interponer cualquier otro que consideren procedente.

Disposición última única. Eficacia.

Este Decreto tendrá eficacia desde el día siguiente al de su publicación en el «Diario Oficial de Galicia».

Santiago de Compostela, 9 de mayo de 2019.–El Presidente, Alberto Núñez Feijóo.

ANEXO I

Descripción de las técnicas constructivas de la carpintería de ribera

1. Denominación: Carpintería de ribera.

2. Manifestación: Técnicas tradicionales, actividades constructivas y procesos [artículo 9.3.a).7.º LPCG].

3. Definición:

Las embarcaciones son la extensión de las personas en el agua. Además de su herramienta de trabajo, la embarcación es la imagen y el símbolo de su vida y de su comunidad, identificándose a menudo la barca tradicional y su mar, sus costas o su río. En la actualidad las embarcaciones tradicionales –a las que se suman otros barcos con valor histórico, denominados clásicos y de época que son merecedores por sus diseños y técnico constructivas del mismo reconocimiento– son conservados en los puertos gallegos por el esfuerzo de sus propietarios y gracias a las técnicas de los carpinteros de ribera que mantienen su actividad viva en Galicia.

Allá donde fueron necesarios, las comunidades desarrollaron unos conocimientos y unos procesos propios y originales que variaron en el tiempo, depurándose y adaptándose a diversas circunstancias, siendo el resultado de la experiencia de sus constructores y de sus usuarios, de las condiciones del agua y de su función concreta, bien para la pesca, para el paso, para el transporte o para el ocio, con variaciones también segundo la carpintería y el lugar en el que se empleaban, pero también de las relaciones de Galicia con la historia marítima general y de los países de su entorno. Este conjunto de saberes que la experiencia muestra como perfectamente adecuados para su función, fue, y aún es, transmitido de forma tradicional, de generación en generación, de persona a persona.

El saber de la carpintería de ribera, en la actualidad, es también la única herramienta para mantener vivas embarcaciones que pertenecen a la historia pasada y presente de las comunidades, de las personas y también de la propia navegación, y que no podrían seguir en uso y tener un futuro sin esos conocimientos.

Los lugares para su creación se adaptaron siempre a un espacio físico variable, con instalaciones ligeras, precarias y en ocasiones efímeras, ejemplo de la optimización de los medios y de los recursos y paradigma de la mínima disposición del material, resultando construcciones expresivas y emotivas por su sinceridad y habitual ausencia de cualquier recurso ornamental y por la utilización de la madera como material constructivo principal, el mismo con el que se construyen o reparan las embarcaciones, y a su medida.

La capacidad técnica para la construcción de embarcaciones en Galicia está presente desde momentos muy antiguos en la historia, como las manifestaciones de los petroglifos del río Vilar en Oia o de la Borna en Moaña, que pueden representar las primeras embarcaciones documentadas en Galicia y que llegan hasta hoy, otorgándole a esta manifestación cultural una de las secuencias más largas y ricas de nuestra cultura, que proyecta y define el futuro desde la síntesis del pasado, con un fuerte carácter identitario que, al tiempo que nos define, nos conecta con muchos otros lugares costeros, en especial de la Europa atlántica, en un flujo mutuo de divulgación y transmisión de conocimientos en formas y técnicas de navegación en el curso de la historia.

Este conjunto de técnicas y conocimientos, y los lugares en los que se desarrollan, siguen existiendo, a pesar de las dificultades que para las embarcaciones en madera, como plataforma de trabajo, medio de desplazamiento o para el propio placer de la navegación, supone su adaptación a los criterios y a los estándares derivados de normativas de carácter general en su construcción, al régimen y rendimientos necesarios para la actividad, o las políticas concretas que en un momento pudieron promover otro tipo de alternativas constructivas y materiales, siendo las carpinterías de ribera las garantías de la salvaguarda de la técnica tradicional y de la adecuada conservación en Galicia de las embarcaciones tradicionales y de los barcos históricos.

Siguen existiendo fruto del esfuerzo de los propios portadores del saber, de su adaptación a los oficios de la pesca y también por el deseo de muchas personas que incorporan a su vida la tarea de la conservación y mantenimiento de embarcaciones tradicionales y barcos históricos, y de un conjunto de usuarios que encaran la dificultad con un espíritu semejante a lo que supone encarar el mar o un paso fluvial, un reto a las capacidades humanas que es también respeto por medio natural en sus condiciones y su propia herencia cultural.

Existe en Galicia, desde hay ya más de veinte años, una importante actividad de grupos y asociaciones que tienen entre sus objetivos la protección, mantenimiento y difusión de las embarcaciones tradicionales, de los barcos históricos y la cultura marítima y fluvial, que evidencian su vitalidad y su importancia y que están buscándole un lugar en la actualidad, entre las que hace falta destacar a la Asociación Galega de Carpintería de Ribeira (Agalcari), que reúne unos 20 astilleros y carpinterías de ribera, y a la Federación Gallega por la Cultura Marítima y Fluvial (Culturmar), que agrupa unos 45 colectivos de dinamización cultural. Tales entidades han desarrollado actividades de inventario, difusión e investigación para recuperar embarcaciones y actividades con el objetivo de buscar el valor añadido en las embarcaciones tradicionales, como son los proyectos Dorna y Proamare, las actuaciones de recuperación y difusión de embarcaciones históricas, promovidos por la Asociación Gallega de Barcos Clásicos y de Época (AGABACE), los estudios etnográficos y la recuperación de embarcaciones fluviales de la asociación Barcas del Minho, y otras tareas de difusión y formación entre las que hace falta destacar las concentraciones, encuentros y regatas en las que las embarcaciones lucen en su máxima expresión.

La profusión de actividades e iniciativas para la valoración de este patrimonio cultural en la sociedad evidencia su vigencia y vitalidad, así como las posibilidades para las embarcaciones tradicionales y los barcos históricos en la sociedad actual, con un papel fundamental en los procesos de refuerzo de la identidad local, de la historia propia y de la común de los espacios marítimos que compartimos y de la cohesión social, capaz de promover recursos económicos alternativos en el marco de un desarrollo sostenible con materiales autóctonos y tecnología accesible y, en definitiva, hacer viable su propia continuidad.

4. Ámbito de desarrollo:

Toda la Galicia costera, en especial en las rías, así como espacios relacionados con los pasos y aprovechamientos fluviales, en especial los ríos Miño, el Sil y el Ulla. Podrán también ser considerados otros espacios que por su relación con la construcción, mantenimiento o conservación de embarcaciones tradicionales, se localicen en otros lugares, aunque no inmediatos o alejados de la costa.

5. Tipos y técnicas de construcción.

5.1 Embarcación en relación al tipo de quilla:

En Galicia destacan dos grandes clases de embarcaciones: las embarcaciones con quilla estructural y las embarcaciones con quilla no estructural (postiza o añadida).

Las embarcaciones de quilla estructural se caracterizan por tener la pieza así llamada, que es un bloque de madera paralelepipédico rectangular dispuesto sobre una de sus caras más cortas, sobresaliendo hacia abajo. La función de la quilla es la de servir de punto de partida de la construcción del casco y también, dependiendo de cómo sea la sección transversal del barco, de equilibrio hidrostático e hidrodinámico del barco.

Hay algunas embarcaciones de fondo plano a las cuales se añade una pieza que las habilita para navegar en vela. Esta tabla se llama falsa quilla (hace de orza) y carece de la importancia estructural de una verdadera quilla porque se coloca en la embarcación después de construida, con el único fin de poder navegar la vela.

Hay algunas embarcaciones de fondo plano a las cuales se añade una pieza que las habilita para navegar en vela. Esta tabla se llama falsa quilla (hace de orza) y carece de la importancia estructural de una verdadera quilla porque se coloca en la embarcación después de construida, con el único fin de poder navegar la vela.

5.2 Embarcaciones según el tipo de construcción:

Coexisten en Galicia dos métodos de construcción distintos; el nórdico o principio de construcción a partir del forro y el mediterráneo o principio de construcción a partir del esqueleto o cuadernas.

El primero empieza por construir el casco de la embarcación por los costados (bordos), que son los que moldean la figura y la forma que va a tener el barco y luego coloca las partes estructurales internas (cuadernas). En las embarcaciones pequeñas tipo gamela o chalana también se llaman calcadores. La inmensa mayoría de las embarcaciones construidas por este sistema tienen el fondo plano.

El segundo en cambio empieza primero poniendo los maderos de armar, la estructura interna, el esqueleto, que es lo que va a dar la forma del barco y después se finaliza revistiéndolo con el costado. Así, de este modo el primero actúa desde lo exterior para el interior y el segundo actúa desde interior para el exterior, uno, el primero, concibe el casco longitudinalmente, y otro, el segundo, transversalmente. Un caso distinto es el de las embarcaciones de fondo plano.

5.3 Las embarcaciones de fondo plano:

Se caracterizan por la ausencia de quilla estructural y por tener un fondo plano. Son embarcaciones de mayor simplicidad estructural y de menor tamaño en general. Hay en este grupo dos modos de construirlas. El primero consiste en poner en primer lugar el fondo de tablas dispuestas longitudinalmente, después los extremos y, finalmente, los costados; como es el caso de la gamela de Coruxo.

El segundo, por lo contrario, comienza por montar primero los costados y los extremos y, por último, el fondo, que aquí casi siempre es de tablas dispuestas transversalmente. Es decir, que en este segundo caso es la colocación de los costados la que dará la forma de la embarcación. Así se observa en la construcción de las chalanas y gamelas de costados en tingladiño.

5.4 Las embarcaciones con quilla:

– La construcción en calime o a partir del forro.

Actualmente está representada por la dorna, el barco del río Miño y algunas chalanas y gamelas, sin embargo estuvo en el pasado más extendida en Galicia, ya que también hubo en las rías altas embarcaciones realizadas en este sistema constructivo.

Existen testigos de trincados construidos en tingladiño que no hay que confundir con el tipo de vela que también llevaba la misma denominación. Su principio de construcción es el de construcción por el forro con las tablas –bances– solapados en sus cantos que van clavados entre sí.

Tiene paralelos en el norte de Europa y en Escandinavia, donde se documenta ya con anterioridad a la Edad Media y perdura hasta hoy.

En origen la construcción en calime construía todo el casco modelándolo solo con los mismos bances empleando medidas de ángulos y anchuras para obtener la forma deseada.

Los elementos de la estructura interna -cuadernas- tenían un papel pasivo en la configuración, en el moldeado del casco. Se pondrían después de finalizar la forma. Ahora bien, tanto en la dorna como en el barco del río Miño tienen un proceso constructivo diferente. En ellos se meten elementos de estructura transversal, las varengas, durante la realización de la construcción y con un papel activo en la configuración del casco, puesto que son moldes.

– La construcción a tope, rixideira o por vágaras.

Este sistema constructivo es el más ampliamente desarrollado en las embarcaciones tradicionales de Galicia.

Se encuentra representado por numerosos tipos de embarcaciones grandes y pequeñas como galeones, lanchas, botes, bucetas y otros. Se basa en la concepción del casco a partir del esqueleto interno en el cual sobre una columna vertebral formada por: quilla, codastes, rabitos y rueda de proa, se van colocando las costillas –cuadernas– que son las que estructuran la forma del barco puestas en sentido transversal.

El forro, las tablas del costado, tienen aquí un papel pasivo en la conformación del casco. Únicamente actúan de revestimiento, al contrario de lo que ocurre en la construcción de principio a partir del forro en que actúan de modo activo, estructurando la figura del barco. De esa manera se entiende que la concepción en este principio es la de una estructura transversal, opuesta la del principio de construcción por el forro, que es por su parte la de una estructura longitudinal.

Este sistema tiene paralelos en el mediterráneo y en el litoral atlántico de la Europa del oeste, donde es predominante.

Históricamente se observó que debía diferenciarse en este sistema constructivo una concepción gráfica, la que se desarrolló a partir de planos gráficos, haciendo un levantamiento exhaustivo de todas las piezas que se iban a hacer en la construcción del barco, como acontecía en los astilleros de la Armada Real en Ferrol desde el XVIII, de la de los carpinteros de ribera, que en bastantes casos usaban métodos no gráficos. Estos eran los más antiguos y los que dominan. El contraste entre ambos métodos es semejante al que acontece entre la arquitectura académica, que utiliza planos para su construcción, y la arquitectura tradicional que no los emplea, con excepción de algunos maestros carpinteros de ribera que sí emplearon métodos gráficos a partir de la tabla de mando.

En este sentido, la carpintería de ribera utiliza en general dos métodos. Uno de ellos es la elaboración previa la escala de un medio casco que servirá de guía de cómo podrá ser la embarcación que se desea construir. El medio casco es la expresión volumétrica –no gráfica– del carpintero de ribera, por eso alguno de ellos se refiere a este como maqueto. Se realiza simétricamente y se representan las cuadernas. De este modelo se pueden obtener las formas de las cuadernas.

En Galicia hay dos tipos de medios cascos, el de secciones horizontales, que es el más usado, y lo de secciones verticales, utilizado en las carpinterías de ribera del fondo de la Ría de Vigo (Domaio, Os Cobres...)

El otro método es lo de la utilización de formas o gálibos -moldes- que pueden ser o bien sólo de la sección central o bien de esta y de los zapatóns de proa y de popa. Son formas predeterminadas que se emplean combinadamente con listones tendidos por el costado en sentido longitudinal y que sirven para modelar el volumen y saber qué aspecto presentará cambiando de posición las formas o bien variando el lugar de esos listones.

Este procedimiento de construcción se denomina rixideira o también por vágaras.

5.5 Secuencia constructiva general y terminología especifica.

A los efectos de este documento, las técnicas constructivas de la carpintería de ribera pueden describirse atendiendo a la secuencia constructiva general de una embarcación tradicional de madera:

– Gálibo o medio casco: sacar o hacer el medio casco o gálibo es la primera tarea con la que se enfrenta el maestro carpintero de ribera a la hora de construir un barco. El gálibo es el modelo a escala del barco que se proyecta hacer, este se realiza con varias piezas segundo las líneas de agua que quieran hacerse, cuantas más líneas de agua se tengan más exactitud a la hora trazar las formas y patrones de todas las piezas de la embarcación. El gálibo siempre se hace de medio casco, es decir, de la línea de crujía hacia un costado, que normalmente es el de estribor. Un bueno gálibo es el pilar fundamental de una buena construcción ya que de aquí nacen las formas del barco, sus características, su ensille, su trimado, su calado, sus proporciones... en definitiva, su presencia en el mar, lo que los maestros carpinteros de ribera denominan como la fasquía del barco.

– Montea: se denomina montea el trazado de la embarcación. Una vez hecho y dado por bueno el gálibo de la embarcación, éste desmontara en piezas y se elabora la tabla de mando, que viene a ser el plano del barco, plano transversal, plano longitudinal y plano en planta; las piezas del medio casco (modelo) desmontadas nos darán las líneas de agua y demás referencias para su trazado a escala natural. Las tablas de mando que existen en los viejos astilleros de toda Galicia atesoran las formas y tipologías de las embarcaciones tradicionales gallegas.

– Corregido: una vez trazado el barco ya se dispone a tamaño real de las distintas cuadernas y demás piezas a escala real de la embarcación. Esta tarea de trasladar del gálibo a la montea los datos a escala está sujeta a errores que pueden complicar la labor de que todas las cuadernas y demás piezas encajen perfectamente en el conjunto, de manera que las formas que inicialmente se procuran se vean alteradas. A tal efecto se emplea la técnica del corregido que consiste en trazar unas líneas de corrección (cuatro o más) en las cuadernas de popa y de proa de la embarcación de manera que corten las cuadernas en las zonas de curvatura más pronunciada y mismo en otros puntos; de cuantas más líneas de corrección se disponga más perfecto será el trabajo. El proceso debe ser muy minucioso pues se trata de que cada línea de corrección nos dé tantos puntos de intersección como cuadernas tenga el barco. Estos deben ser llevados al tablero de trazado que deberá ser lo más largo posible; el mejor sistema de corregir es contar con un tablero de trazado de igual longitud que la eslora del barco, lo que nos permitiría, mediante lo llamado junquillo de trazado, colocado en los puntos de intersección, ver la curva que forma el barco a tamaño real en tantas zonas como líneas de corrección existan. La curva que genera el junquillo de trazado tiene que ser perfecta y allí donde se detecten errores serán corregidos en el trazado original y se procederá a la elaboración de las formas.

– Cortamóns: una vez se dispone de las formas de las cuadernas se necesita conocer las inclinaciones que se deben practicar en cada punto de la cuaderna para que, una vez puesta la escuadro en la quilla, reciba el bance sin alteraciones; o sea el ángulo que forma su plano que superficie del casco. Dicho de otra manera los cortamóns son las distintas inclinaciones que dan forma al casco. La técnica para conseguir estas inclinaciones es bastante compleja y debe realizarse esta tarea con esmero para que el resultado final sea el adecuado; se pueden coger tantos cortamóns en cada cuaderna como se quiera pero, para un barco convencional de madera, entre cuatro y seis por cuaderna sería el ideal. Estos se trasladarán a la tabla de mando o pueden anotarse en las mismas formas. Los cartamóns de la parte de la varenga serán crecidos y los de la parte de los chenoles serán abatidos, siendo esto de vital importancia para que a la hora de montar las distintas piezas de la cuaderna (varenga, chenoles, piezas altas...) estas coincidan con el ángulo de inclinación acomodado.

– Fasquiado: para poder hacer cualquier traca de bordos, varadoiro, cuerdas, durmintes, cintas, cintillas, etc. hay que fasquiar. El fasquiado es un procedimiento mediante el cual, a través de una pieza más delgada y de menos anchura que la que quiere hacerse y con la ayuda de un compás, lápiz y escuadro, se consiguen todas las medidas y referencias necesarias para construirla y que se adapte y encaje perfectamente en el sitio. Puede decirse que la adaptación del contorno de una pieza para su posterior colocación en un lugar determinado de la embarcación recibe el nombre de fasquiar. Quizás sea esta la técnica más genuina de la construcción naval en madera. Dominar esta técnica requiere de cierta experiencia y conocimiento de la madera, ya que la fasquía utilizada no debe de ser forzada porque sino puede alterar las formas de la pieza final y causar problemas a la hora de encajarla en el sitio que se necesita.

– Calafateo: La técnica utilizada para garantizar la impermeabilización del barco de madera se llama calafateo; esta técnica consiste en introducir estopa, algodón u otro material similar entre bance y bance de la embarcación, mediante una herramienta llamada hierro de calafate y un mazo. La estopa tiene que ser previamente hilada de acuerdo con el grosor de las juntas que se van a impermeabilizar. La profesión de calafate requiere de mucha práctica. Se conoce por el sonido si el calafate está haciendo una buena labor de impermeabilización del barco. Existen muchos tipos de hierro de calafate en función del grosor de la junta a estancar o de la zona del barco a calafatear.

6. Maestro carpintero de ribera.

El maestro carpintero de ribera es la persona capaz de adaptar contextualmente la herencia cultural de la tradición tecnológica constructiva de las embarcaciones tradicionales, aplicando conocimientos y saber que surgieron al abrigo de un lento y largo proceso histórico y, emplearla en su actividad actual, tanto en el diseño como en las actividades de conservación y mantenimiento.

El maestro carpintero de ribera es la persona capaz de concebir la embarcación sobre la base de alguno de los modelos tipológicos tradicionales, dirigir y ejecutar los trabajos para su construcción y realizar también las intervenciones para el mantenimiento y conservación de embarcaciones en general, empleando las técnicas tradicionales de la carpintería de ribera, con la posibilidad de incorporar diseños y materiales adecuados para la navegación actual.

7. Modelos tipológicos de embarcaciones tradicionales gallegas.

Los modelos tipológicos de las embarcaciones tradicionales gallegas son las representaciones abstractas y conceptuales que responden a las características descritas de forma sucinta en esta declaración, que se materializan en embarcaciones concretas con la aplicación de las técnicas constructivas empleadas por los maestros carpinteros de ribera en cualquier momento, y que vienen siendo transmitidas y desarrolladas a lo largo del tiempo en ámbitos territoriales concretos y con determinadas funciones, adaptándose a sus condiciones y características.

La descripción de los modelos tipológicos de las embarcaciones tradicionales gallegas recogerá las características técnicas y formales de las que deben ser consideradas como tales en aspectos cuantitativos y cualitativos, y establecerá el marco de identificación de una embarcación tradicional.

8. Embarcación tradicional gallega.

Tendrá consideración de embarcación tradicional gallega toda la construida en madera antes del año 1950 en algún taller, carpintería o astillero situado en Galicia y que responda a alguno de los modelos tipológicos de embarcaciones tradicionales gallegas reconocidas, siempre que no sufrieran modificaciones sustanciales que habían alterado las características esenciales de la dicha tipología.

Tendrá también la consideración de embarcación tradicional la construida posteriormente por algún maestro carpintero de ribera reconocido, siempre que fuera realizada en Galicia y construida segundo alguno de los modelos tipológicos reconocidos.

9. Barcos históricos.

Los barcos históricos tienen origen en su mayor parte en barcos de trabajo, adaptados o modificados para convertirse en embarcaciones de ocio para la navegación particular y las regatas. Comparten un origen común con las embarcaciones tradicionales y en general las mismas técnicas constructivas y soluciones similares o adaptadas, como el caso de la dorna Madre, adaptación de la dorna tradicional para el crucero y las regatas, o las series como Iberium o Delfin, diseñadas y construidas en Galicia en madera en astilleros gallegos tradicionales. Se reconocerán como barcos históricos de interés para el patrimonio cultural de Galicia los denominados barcos clásicos y barcos de época, embarcaciones que se hayan diseñado o adaptado para su uso de ocio, y que se encuentren en la actualidad matriculados en Galicia, con independencia de su origen, en función de su antigüedad, los construidos en madera por procedimientos y técnicas tradicionales:

– Barco clásico, el puesto en servicio antes de 1950.

– Barco de época, la embarcación puesta en servicio entre 1950 y 1975.

Excepcionalmente podrán tener la consideración de barcos históricos en cualquiera de las dos categorías los construidos con posterioridad a las fechas señaladas, siempre que fueran construidos según el diseño de un barco histórico que pueda acreditarse convenientemente, y con el uso de técnicas y materiales tradicionales de la carpintería de ribera, o los que con carácter singular y único acrediten un valor singular.

ANEXO II

Medidas de salvaguarda

Las medidas generales de salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial comprometen a las administraciones públicas para garantizar su viabilidad, nombradamente su identificación, documentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización, transmisión y revitalización.

Las administraciones públicas comprometerán entre sus actividades, en lo relativo a sus competencias, responsabilidades y disponibilidades presupuestarias, las medidas que correspondan con el registro, difusión y valoración de la técnica de construcción tradicional de la carpintería de ribera, con las acciones que permitan su permanencia con la busca de una funcionalidad activa en la sociedad y una imagen positiva y representativa de sus comunidades y del pueblo gallego en general.

Con este objeto, además de las medidas de carácter general para la investigación, documentación, inventario y registro de las diferentes manifestaciones de carácter inmaterial y los bienes muebles e inmuebles asociados a ella, se proponen el desarrollo de las siguientes medidas específicas de salvaguarda de la carpintería de ribera:

1. Órgano de gestión para las medidas de salvaguarda de las técnicas constructivas de la carpintería de ribera.

Los portadores del patrimonio inmaterial deben ser sus gestores principales a través de personas, comunidades u organizaciones que tengan una representación legítima y la voluntad de su continuidad y transmisión, por lo que la administración debe reservar su actividad en este ámbito en materia de apoyo y asesoramiento.

Se entiende cómo portador el depositario de la memoria, habilidad técnica y reconocida maestría tradicional para el diseño, la dirección y ejecución de la construcción y los trabajos de mantenimiento de las embarcaciones, y por tal motivo, y de manera provisional, se estima que debe estar conformada por la entidad que representa a los carpinteros de ribera, que es la Asociación Gallega de Carpintería de Ribeira (Agalcari) y por los usuarios de las embarcaciones que hacen de su uso la mejor medida para su conservación y difusión, para las cuáles se propone el reconocimiento tanto de las cofradías de pescadores como los usuarios de ocio agrupados en diversas asociaciones en la Federación Gallega por la Cultura Marítima y Fluvial (Culturmar).

Asimismo, con el objeto de ofrecer asesoramiento técnico y apoyo organizativo, se estima que deben formar parte del órgano de gestión personas de reconocido prestigio que puedan mejorar la eficacia y el alcance de las medidas de salvaguarda propuestas, y personal responsable en diferentes aspectos relacionados con la administración de las propias embarcaciones y la protección del patrimonio cultural de Galicia.

1.1 Objetivos y tareas del órgano de gestión.



Datos oficiales del departamento Comunidad Autónoma de Galicia

Decreto 52/2019, de 9 de mayo, por lo que se declara bien de interés cultural las técnicas constructivas de la carpintería de ribera.

"Decreto 52/2019, de 9 de mayo, por lo que se declara bien de interés cultural las técnicas constructivas de la carpintería de ribera." corresponde a la publicación del boletín oficial del registro mercantil BOE-A-2019-10287 publicado el 11 julio 2019

ID de la publicación: BOE-A-2019-10287
Titulo oficial
Emisor:
Seccion: 3
PUB: Boletín Oficial del Estado
Fecha de publicación: 11 julio 2019
Fecha Pub: 20190711
Fecha última actualizacion: 11 julio, 2019
Numero BORME 165
Seccion: 3
Departamento: Comunidad Autónoma de Galicia
Numero de anuncio:
ID del anuncio:
Fecha de publicacion: 11 julio 2019
Letra: A
Pagina de inicio: 74761
Pagina final: 74773




Publicacion oficial en el BOE número 165 - BOE-A-2019-10287


Publicacion oficial en el BOE-A-2019-10287 de Decreto 52/2019, de 9 de mayo, por lo que se declara bien de interés cultural las técnicas constructivas de la carpintería de ribera.


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