Resolución de 11 de febrero de 2019, del Consejo Insular de Mallorca (Illes Balears), referente a la incoación del expediente de declaración de bien de interés cultural, con categoría de monumento, de Can Pueyo.





A la sesión del día 22 de enero de 2019, la Comisión Insular de Patrimonio Histórico de Mallorca, acordó, entre otros, el siguiente:






Orden del día 20 febrero 2019

A la sesión del día 22 de enero de 2019, la Comisión Insular de Patrimonio Histórico de Mallorca, acordó, entre otros, el siguiente:

I. Incoar el expediente de declaración como bien de interés cultural, con categoría de monumento, a favor de Can Pueyo ubicado en la calle de Can’n Pueyo, 4 y 4.ª de Palma de Mallorca, la descripción y la delimitación del cual figuran al informe técnico de fecha 15 de enero de 2019, que se adjunta y forma parte integrando del presente acuerdo.

II. Suspender la tramitación de las licencias municipales de parcelación, de edificación o de derribo en la zona afectada así como de los efectos de las licencias ya concedidas. Cualquier obra que haya que realizar al inmueble afectado por la incoación tendrá que ser previamente autorizada por la Comisión Insular de Patrimonio Histórico.Esta suspensión dependerá de la resolución o de la caducidad del procedimiento.Todo esto de conformidad con los puntos 3 y 4 del artículo 8 de la Ley 12/1998, de 21 de diciembre, del Patrimonio Histórico de las Islas Baleares.El acuerdo de declaración se tendrá que adoptar en el plazo máximo de veinte meses contadores desde la fecha de iniciación del procedimiento. Caducado el procedimiento, no se podrá volver a iniciar en los tres años siguientes, salvo que lo pida el titular del bien, en conformidad con el artículo 10.6 de la Ley 12/1998, de 21 de diciembre, PHIB.

III. Notificar esta resolución a los interesados, en los Ayuntamientos de Palma, y en el Gobierno de las Islas Baleares.

IV. Publicar este acuerdo de incoación en el Boletín Oficial de las Islas Baleares y en el Boletín Oficial de Estado y anotarlo en el Registro Insular de Bienes de Interés Cultural de Mallorca y comunicarlo a la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares para que proceda a su anotación en el Registro de Bienes de Interés Cultural de las Islas Baleares y a la vez comunique al Registro General de Bienes de Interés Cultural del Estado las inscripciones y anotaciones que se realicen.»

El traslado de este acuerdo se hace a reserva de la aprobación del acta.

Palma, 11 de febrero de 2019.–El Secretario Delegado de la Comisión Insular de Patrimonio Histórico, Miguel Barceló Llompart.

ANEXO I

Se publica como anexo I el informe técnico, de día 15 de enero de 2019 y el anexo 1. Lista de bienes amueblas vinculados al inmueble

0. INTRODUCCIÓN.

Desde la edad media la ciudad de Palma contó con grandes ejemplos de arquitectura civil que, con el desarrollo de las redes comerciales y el enriquecimiento de las familias nobles y clases acomodadas de finales del siglo XVII, se fueron transformando o renovando, construyéndose importantes edificios de estilo renacentista o barroco que aportaron una significativa transformación de la ciudad.

A medianos del siglo XVIII es cuando estas casas señoriales, a pesar de que conservando o enmascarando elementos góticos, toman su máximo esplendor y su configuración más común: un gran patio central; la escalera; un entresuelo donde se sitúan los estudios; la galería de acceso a la planta piso, donde se sitúan encadenadas las dependencias principales; el porche. En su interior, estas viviendas urbanas fueron ataviadas de una manera suntuosa con mobiliario y elementos artísticos de gran calidad.

A partir del siglo XIX con argumentos de higienismo, o de modernidad, y principalmente por las transformaciones sociales que comportaron el cambio de paradigma de casa-familia, muchas de estas casas fueron derribadas, o se modificaron sus interiores para adaptarlos a nuevos usos y, muchas de ellas, fueron vaciadas de todo su mobiliario y elementos artísticos. El arquitecto Bartomeu Ferrà, en 1918, en su obra Ciutat ha seixanta anys recoge un pequeño número de estas que habían desaparecido o se habían modificado: Can donya Aina Cotoner, Ca'n Brondo, Ca'n Palau de Comassema, Ca'n Desbrull, la del Marquès de La Romana, Ca'n Desclapers, y la de los Condes de Montenegro. A pesar de todo este proceso, en 1955 José María Salaverría en la obra Viaje a Mallorca, todavía podía escribir «Pero sería dificil contar y describir todas las casas señoriales que ennoblecen y hermosean la ciudad».

A finales del la década de los años 60, Palma todavía conservaba un importante conjunto de caserones señoriales con todos los elementos que amueblaban y decoraban sus espacios interiores. En las últimas décadas del siglo XX desaparecieron muchos de estos caserones o se modificaron sus interiores, de forma que son pocos los que quedaron inalterados y que mostraran el esplendor de las casas señoriales urbanas del barroco local. Uno de los grandes caserones que ha continuado inalterado, es Can Pueyo.

A lo largo de los años se fueron declarando como monumentos algunos de estos caserones, como el Casal Solleric (1931), Can Veneno (1951), Can Berga (1954) y en 1973, la administración estatal, consciente de esta rápida desaparición, llevó a cabo la declaración de tres importantes casales de Palma con la categoría de monumento: Ca'n Vivot, Ca'n Cal·lar y Can Olesa.

Si nos fijamos en las declaraciones anteriores podemos ver como en todas ellas un factor que parece determinado es el arquitectónico. Todas las grandes casas que disfrutan de la declaración de monumento son los que presentan unas características arquitectónicas más destacables dentro del centro histórico de Palma. Todos ellos presentan fachadas y patios de una gran riqueza estilística Por otro lado no es hasta el año 1973 cuando en las declaraciones, a pesar de que no de manera muy detallada, se habla por primera vez de la conjunción del valor arquitectónico y decorativo, haciendo mayor incidencia en los aspectos arquitectónicos.

Respecto a las primeras declaraciones, la legislación del momento entendía el monumento como las grandes construcciones civiles y religiosas, incidiendo sobre todo en los valores estéticos e históricos, y no será hasta la Ley 16/1985, de 25 de junio, del patrimonio histórico español y posteriormente la legislación autonómica cuando se introduce el concepto de bien cultural, entendido como cualquier manifestación o testigo significativo de la cultura humana. La nueva conceptualización del patrimonio hace que ya no se valoren solo las obras de gran valor histórico o artístico y, lo que todavía es más importante, que los bienes culturales solo adquieren todos sus valores y significantes si se los conservan en relación a su contexto, en su ambiente.

En relación en las declaraciones hechas en 1973, no podemos olvidar que aquel mismo año se publicó la obra de los catedráticos Santiago Sebastián y Antonio Alonso Fernández Arquitectura mallorquina moderna y contemporánea donde se analiza la evolución estilística, desde un punto de vista estrictamente y exclusivamente arquitectónico, de las construcciones civiles y religiosas y dónde no se analizan otros aspectos como las bellas artes o las artes decorativas, hecho que puede explicar la ausencia de referencias a Can Pueyo y que, por este motivo, no fuera declarado en aquel momento.

Se tenía constancia de los valores de este bien porque en el Catálogo municipal de Palma, que solo en casos excepcionales, como el que nos ocupa, incluye referencias a sus interiores y a sus conjuntos mobiliarios y decorativos. En este caso, su inclusión ya permite una primera garantía de protección.

La ficha correspondiente a Can Pueyo (código 04/16) especifica los siguientes criterios de protección:

– En el apartado observaciones:

Posible presencia de elementos históricos ocultos. Hay que mencionar la riqueza decorativa de algunas salas del interior. El mobiliario ha sido catalogado en parte por el arquitecto Luís Feduchi.

– En el apartado de Protección y directrices de intervención:

1. Conjunto. Su interés se basa en su singularidad arquitectónica, que abarca toda la unidad del conjunto y que incluye, también, elementos decorativos inherentes y el patrimonio mobiliario correspondiente.

[…].

9. Otros elementos: Conservar los elementos decorativos. Inventariar de manera fehaciente el patrimonio mobiliario y favorecer su permanencia como un todo unitario con el casal. Adecuar el jardín.

Por lo tanto el catálogo municipal protege no solo el inmueble, como la casi totalidad de las fichas del catálogo municipal, sino que remarca de manera precisa que, en cumplimiento de estas regulaciones la decoración interior también tiene que ser preservada.

En el caso de Can Pueyo además de la significación arquitectónica, uno de los valores más singulares es, sin duda, su decoración interior. Can Pueyo está considerado uno de los conjuntos más homogéneos de mobiliario y artes decorativas de Mallorca, y uno de los conjuntos del barroco señorial mejor conservados del Estado. También le otorga un valor patrimonial de primer orden el hecho que, en su interior, se conserve la biblioteca más importante de la Ilustración de Mallorca, la del erudito Bonaventura Serra i Ferragut (1728-1784). En este sentido, y para acabar de completar esta magnífica biblioteca, también destacar que tiene varios volúmenes de los dos principales exponentes de la ilustración española como son Gregori Mayans (1699-1781) y Benito Jerónimo Feijoo (no conocemos si son originales o son copias, pero el hecho de que ya aparezcan citados en dos inventarios de los bienes de Can Pueyo (1785 y 1842) hace que sino son originales, sean primeras copias y por tanto, tengan un gran valor histórico.

Ante la falta de un estudio monográfico sobre Can Pueyo donde se analicen todo este conjunto de elementos, un repaso a la bibliografía (y no de manera exhaustiva), pone de manifiesto como los diferentes autores y de diferentes épocas, han destacado el interés patrimonial de Can Pueyo. Así lo hacía, por ejemplo, Arthur Byne a su obra Casas y Jardines de Mallorca, en los años veinte del siglo XX (en un momento en el que todavía se conservaban intactos muchos más interiores), e incluye una imagen del interior de Can Pueyo; Luis Feduchi en la Historia del mueble, 1946, donde incluye algunos de los muebles del casal; y, como no podía ser de otra manera, en todos los estudios y monografías locales de la historia del mueble (Ramis de Ayreflor 1995, Ramis de Ayreflor 2012, Massot 1995 para citar algunos de ellos).

Para remarcar este aspecto, podemos citar algunas de estas descripciones:

– Vargas Ponce, José. Descripciones de las islas Pitiusas y Baleares (1787): [...] Todas las casas de Palma son de piedra: las de la nobleza muy capaces en sus interiores, cono hermosas escaleras, y un sin número de pilares de mármol, algunas magníficas como las del marqués de Vivot especialmente y las del de Campo Franco, la de Villalonga, la del Reguer y la del marcas de Sollerich [...].

– Archiduque Luis Salvador de Austria. La Ciudad de Palma (1882): En Palma existen pocas colecciones de arte. Es verdad que algunas casa particulares poseen cuadros valiosísimos, y entre ellas las del Marqués de Vivot, de Ariany, de la Torre, Conde de Ayamans, señores de Puigdorfila, Zaforteza del Borne, Zaforteza del Mercado, O'Neylle, Villalonga, Morell y Marqués de Campo Franco [...]

– Parera Zahorí, Miguel (1991, facsímil edición 1904): [...] entre otras notables colecciones y galerías de cuadros, merecen citarse las del marqués de Ariany, casa Verí, marquesas de Campofranco y de Vivot [...]

Brisas, n.º 2 (1934): La mansión de Campo-Franco esta situada en una vieja calle del barrio de las Capuchinas, ha experimentado varias reformas a través de los tiempos. En la actualidad es un gran Palacio dieciochesco, afrancesado y suntuoso. La bella tradición de arte internacional que señalábamos en el Palacio Vivot, no se desmiente en esta evocadora mansión de Campo-Franco, cuyo decorado se remonta, en su mayor parte, al origen del titulo.

– Verrie, F. P. Mallorca. Guía artística de España (1948): «Al otro lado de la plaza Weyler empieza la Calle de Pueyo, que pasa ante la casa llamada así mismo propiedad de los marquesas de Campo-Franco, casa que tras su fachada esconde vastos salones de rico y suntuoso mueblaje, tapices flamencos y lujosas lámparas, lo mismo que las de Vivot o Sollerich».

– Cabot Llompart, Juan. Palacios y casas señoriales de Palma (1963): [...] decíamos antes que los salones del palacio del Marqués de Campofranco ofrecen una suntuosa perspectiva por la manera o forma en que están situados. Pues bien, a esto hay que añadir que ambos-especialmente los dos últimos-están dotados de gran riqueza artística [...], pasa después el autor a describir parte del contenido de los muebles y del fondo bibliográfico para concluir que [...] el palacio del Marqués de Campofranco es, pues, un auténtico museo que gusta e invita a recorrerlo más de una vez.

– García Marín, Jesús. La Biblioteca de Buenaventura Serra (1728-17874) y otras bibliotecas del XVIII mallorquín (1989): Cuando habla de la biblioteca de Serra dice: [..] llegando a ser su biblioteca muy selecta en algunas materias. Basta indicar que, por ejemplo, sus anaqueles dedicados a las «bellas artes» casi superaban en calidad a los de la Academia de San Fernando e incluían, prácticamente, toda la literatura artística conocida en su época.

– Murray, Donald G.; Pascual, Aina: La casa y el tiempo: interiores señoriales de Palma (1991): [...] Can Pueyo guarda en su interior el conjunto de mobiliario y decoración dieciochesca más suntuoso y homogéneo de la ciudad. [...] los muebles italianos y mallorquines son de una calidad extraordinaria, lo mismo que todo lo que complementa la atmósfera de las estancias.

– Massot, Maria José. El mueble en las Islas Baleares (1995): [...] Muchos interiores señoriales dan todavía una idea, cuando menos aproximada, del mueble y de su contexto al final del siglo XVIII y comienzo del siguiente. Can Pueyo en Palma es un ejemplo significativo [...]. En la sala, aparte de una rica colección pictórica [...]. A continuación los autores detallan toda una serie de muebles con interés allá conservados.

– Llabrés Mulet, Jaume. Una aproximación a los grandes interiores mallorquines 1666-1818: imágenes gráficas de un tiempo. (2009): [...]Observamos pues la bellísima perspectiva donde destaca el venecianismo de los salomones de vidrio, el afrancesamiento del mobiliario y el flamenquismo de los tapices. Sin duda, las salas de Can Pueyo representan el máximo exponente del gusto a lo largo del siglo XVIII enlazando de una forma espléndida la tradición del seiscientos con la introducción del neoclasicismo.

Otras obras incluyen fotografías con panorámicas de algunas de sus salas de apariencia o de algunas de las piezas artísticas allá conservadas, para documentar y ilustrar estudios sobre mobiliario (nacional e internacional) o la arquitectura civil de la nobleza a Palma. Entre otros:

– Mallorca. Álbum Maravilla (1936).

– Feduchi, Luis. Historia del mueble, 1946.

– Feduchi, Luis. Historia del mueble, 1946.

– Feduchi, Luis. Historia de los estilos del mueble español, 1969.

– Alomar y Esteve, Gabriel; Alomar y Canyelles, Antonio I. (1994). El patrimoni cultural de les Illes Balears.

– Vibot, Tomàs (ed.) (2016). L’art capturat: Arxiu Històric Monumental de l’arquitecte Gabriel Alomar i Esteve.

A pesar de que Can Pueyo, como constata la bibliografía, se ha reconocido como uno de los edificios civiles con más interés de la ciudad, todavía no disfruta de la protección que otorga la ley de patrimonio histórico de las Islas Baleares a los elementos patrimoniales más significativos. Una de las principales causas es que, todo y que la administración ha intentado en varias ocasiones acceder a su interior, nunca lo había conseguido hasta tiempo reciente:

El año 2014 (26 de septiembre, núm. reg. salida 19723) se solicitó a la propiedad acceso para analizar la posibilidad de declarar BIC el inmueble, remitiéndose por parte de la propiedad respuesta negativa (registro entrada Consell 34132, de 4 de noviembre de 2014).

A raíz de indicios que se estuviera alterando el interior, el 4 de mayo de 2018 el inspector de patrimonio se personó a Can Pueyo y levantó acta de inspección, donde «se insta, con carácter cautelar, la paralización de actuaciones que puedan suponer la pérdida de valores que formen parte del patrimonio histórico».

Por último, ante la evidencia que se habían podido alterar los interiores de Can Pueyo, y por tanto, la posibilidad que se deshiciese la disposición de las salas principales (como hemos visto uno de los valores principales de Can Pueyo), el 15 de octubre de 2018 el Vicepresidente de Cultura, Patrimonio y Deportes dictó resolución de orden de suspensión de cualquier obra y/o intervención tanto al inmueble como a los bienes muebles.

Día 29 de noviembre de 2018 se pudo efectuar la visita por parte de los técnicos de patrimonio. El día de la visita todas las salas nobles del casal (así como casi todo el resto de dependencias) estaban desmontadas, sin ninguna decoración o elemento mueble y sin iluminación. También se prohibió a los técnicos realizar ningún tipo de fotografía, bajo la motivación de garantizar la privacidad de un domicilio particular.

Dejar constancia del desacuerdo por parte de los técnicos que realizaron la visita en relación a esta prohibición, más cuando los interiores y algunos espacios con sus muebles han salido reproducidos en numerosas monografías y publicaciones destinadas a un público generalista, como las conocidas guías Costa, publicadas en castellano, en francés y en inglés, hasta la década de 1960, dirigidas a los visitantes de la isla, y dónde salen fotos de la sala de tapices de Can Pueyo.

Ante estos antecedentes y una vez se ha podido constatar que Can Pueyo ha sufrido importantes afectaciones en cuanto a sus interiores (decoración y bienes muebles) y tratándose de un bien patrimonial de primer orden, desde el servicio de patrimonio histórico entendemos que, en aplicación de la ley de patrimonio histórico de las Islas Baleares, se tiene que proceder al otorgamiento de protección jurídica derivada de la Ley 12/1998, de Can Pueyo, para preservar íntegramente todos sus valores culturales.

1. FICHA TÉCNICA.

Denominación: Ca’n Pueyo.

Situación: Calle de Ca’n Pueyo, 4 y 4.ª

Municipio: Palma de Mallorca.

Autor y cronología: Principalmente s. XVII-XVIII, con sustrato gótico y aportaciones neoclásicas.

Adscripción estilística: Principalmente Barroco y neoclásicoUso principal: Anteriores: residencial.

Actuales: residencial.

Clasificación del suelo: Urbano.

Régimen jurídico y de propiedad: Privado.

Catálogo municipal de Palma: Clave 14/16, grado de protección B.

2. MEMORIA HISTÓRICA Y DESCRIPTIVA.

2.1 El conjunto histórico de Palma y la situación de Ca’n Pueyo dentro del conjunto.

Ca’n Pueyo se sitúa en el centro de la ciudad, en la parte baja de la Rambla. Con entrada por la calle del mismo nombre, sus terrenos llegan por la parte de atrás hasta la antigua riera, actualmente la Rambla. Actualmente, por lo tanto, muy próximos al teatro principal (al otro lado de la riera) y adyacente al Gran Hotel.

2.2 Los casales de Palma.

Durante los siglos XVII y XVIII la ciudad gótica de Palma sufre un importante cambio en su estructura parcelaria gracias a la arquitectura civil patrocinada por la nobleza y las clases más acomodadas.

A pesar de que se hacen construcciones de nueva planta, normalmente estas viviendas familiares evolucionan a partir de un núcleo medieval, que es ampliado y decorado con las nuevas tendencias estilísticas. Estos casales del renacimiento y del barroco son mayoritariamente el resultado de la adquisición de viviendas medievales colindantes, que son en parte integrados y adaptados para dar respuesta a las nuevas necesidades sociales. Por eso, es habitual que en ellos aparezcan elementos de clara factura gótica junto con otros renacentistas y barrocos, tanto en superficie como ocultos bajo capas posteriores.

Como característica general podemos decir que todas estas construcciones presentan tres plantas principales, y uno o dos entresuelos entre estas. En los casales suele haber un eje, desde la calle hasta las salas principales de la planta noble, que es donde el linaje patrocinador dedica todos los esfuerzos decorativos, mientras que el resto de espacios suelen ser más sencillos. En planta baja hay un patio abierto desde donde se accede a toda una serie de dependencias secundarias y donde se ubicaban espacios como establos, almacenes, despensas y jardines y huertos. La escalera principal y la planta noble, normalmente con salas de gran altura, suele acumular los detalles decorativos más relevantes. La planta porche o superior está configurada por una sucesión de espacios abiertos. Cómo sucede en el caso de Can Pueyo, es habitual que haya una o dos plantas intermedias: los estudios, entre la planta baja y la noble, donde se ubicaban puestos de trabajo para la administración de las propiedades o de la mercancía; y una planta entre la noble y los porches donde había habitaciones del servicio, despensas, guardarropas, etc. Se trata de espacios privados funcionales que no cuentan con las características decorativas de la planta noble. El porche, por su parte servía para varias funciones como por ejemplo almacenar el grano, más despensas, etc. Al menos una parte del casal tiene también planta sótano o semisótano aprovechando el desnivel.

En cuanto a la planta principal, en todos los grandes casales se accedía en los espacios interiores desde una primera sala o recibidor. Este ámbito era uno de los más destacados por su función de recepción y estaba ataviado con parte de los principales muebles como por ejemplo mesas, bufetes, sillas comunes o de reposo, algún reloj de caja siempre adosado a la pared y sobretodo con numerosas pinturas de diferente temática. A partir de aquí, suele haber una sucesión de espacios decorados, de techos altos con vigas de leño rojo y entrevigado de color blanco. El suelo suele ser de grandes losas de piedra de Santanyí, a veces cubierto por alfombras y moquetas, y los muros cubiertos con tapices y damascos, además de una gran cantidad de pinturas, esculturas, muebles y elementos decorativos que mostraban la riqueza y la cultura de la familia. Estas salas dispuestas de manera sucesiva eran decoradas con bufetes, arquillas, bancos, banquillos, espejos, cortinas de seda o terciopelo, damascos (de colores rojos y amarillos), tapices o catalufas en las paredes, frisos pintados en la parte superior, lámparas, alfombras, así como muebles bajos de estrado.

Entre los espacios siempre presentes se suele encontrar una capilla, que se va introduciendo desde el siglo XVI, siempre ricamente decorada y donde se conservan tejidos litúrgicos, relicarios, etc. El comedor también es normalmente presente, sobre todo a partir del siglo XVII, cuando pasa a ser considerado una de las salas más importantes, a pesar de que es a partir del siglo XIX que su disposición y atuendo se van definiendo, presentando casi todos un gran zócalo de madera y decoración de catalufas y platos decorados en las paredes. Otro espacio que siempre se encuentra en estos casales es la cámara o alcoba de parada, habitación dormitorio destinada al señor de la casa. Estos dormitorios solían contar con camas entorsillades con dosel y cortinajes, que se completaban con espejos, taburetes, sillas o banquillos, imágenes de temática religiosa, paredes con damascos o catalufas, cortinas, etc. Normalmente se presenta la cama en un espacio diferenciado del resto de la cámara y junto a un tocador, una cámara pequeña con elementos de aseo personal y un mueble tocador.

2.3 Can Pueyo. Memoria descriptiva.

Can Pueyo, tal y como nos ha llegado a nuestros días, es el resultado de diferentes modificaciones y ampliaciones de la antigua casa de la familia Sunyer, que por razones matrimoniales entroncó con la familia Pueyo y por tanto con el título nobiliario de Campofranco.

Si bien no disponemos de ningún estudio específico sobre esta casa, los estudios parciales publicados mostrarían que hay que vincularla al ascenso social de Antoni de Pueyo i Dameto, nombrado marqués de Campofranco por el rey Felipe V, en 1718, con ampliaciones y reformas hechas por su hijo Nicolau de Pueyo i Ruiseñor (1699-1775) que le dio gran parte de su aspecto arquitectónico definitivo y que amuebló los interiores siguiendo las pautas del estilo Luis XV. En todo caso, el atuendo definitivo correspondió a su hijo Josep de Pueyo i de Pueyo, casado con Maria de las Mercedes Chacón i Manrique de Lara el 1767, fecha que puede explicar la gran puerta rococó de entrada en la alcoba.

El edificio que conocemos actualmente de Can Pueyo correspondería a la construcción hecha por Sunyer el siglo XVII (su escudo familiar aparece a las columnas del patio) que, como el resto de casales de Palma, resultaría de la reforma y ampliación de edificaciones más antiguas. En el siglo XVIII se remodeló la fachada posterior que da al jardín (llamado Huerto del Sol y ocupado en parte por construcciones posteriores), descrita como uno de los mejores ejemplos del barroco clasicista de Mallorca, y el interior fue decorado de manera suntuosa. En el siglo XIX, o finales del XVIII, se volvió a reformar, destacando de esta intervención, la construcción de la escalera actual del patio.

El patio de Can Pueyo presenta forma de cruz griega irregular con la parte central descubierta. La configuración del conjunto del patio responde a una intervención realizada seguramente a finales del siglo XVIII o principios del siglo XIX.

Cada brazo de la cruz tiene unas dimensiones de 17 m. x 19 m. y una anchura de 7 m. En cada brazo de la cruz se abre una puerta. En el brazo situado frente a la puerta principal se abre el acceso al jardín (el acceso es a través de un vestíbulo rectangular añadido posteriormente al patio) y en los otros dos se abren dos grandes puertas de piedra labrada (la de la izquierda da acceso a la escalera y la otra se encuentra actualmente cegada por la construcción de un forjado intermedio para el uso de restaurante).

El patio, de 7m x 7m en cada lado y unos 13 metros de altura, presenta en dos de los lados dos arcos rebajados de piedra, en cada uno de ellos, y en el lateral de la entrada y el lateral que da acceso al jardín, un arco rebajado de 5 x7m (cerrado con una reja de madera cincelada de estilo barroco). Todos los arcos son de piedra y descansan sobre pilastras, también de piedra, con capiteles decorados con el escudo de la família Sunyer.

La escalera de piedra, de tres tramos y un rellano superior, se ilumina por una ventana ojival de gran tamaño. En el primer tramo se abre una puerta hacia el entresuelo. En el rellano superior se abren dos puertas que dan al interior de la vivienda.

Todo el patio está empedrado de losas irregulares y las paredes blancas con un zócalo de color gris. Las puertas y ventanas de la planta baja están remarcadas por piedra tallada.

Subiendo por la escalera principal encontramos el rellano que da entrada la planta noble y donde se sitúan las salas buenas, las salas de apariencia, hoy totalmente faltas de la decoración que hasta ahora las conformaban y les otorgaba un valor de primer orden. El primer aposento principal, un recibidor, que tendría que estar ataviado con diferente mobiliario y cuadros, a partir de aquí se accedería al resto de salas principales que Llabrés Mulet (2009) denomina, en el caso de Can Pueyo: sala de las arquillas, sala de la chimenea, la cuadra de la alcoba, la alcoba propiamente dicha, con su tocador, la biblioteca y la capilla, todas ellas se presentaban, tal como muestran todas las fotografías, ricamente decoradas.

Estas salas principales se situaban a la vertiente de atrás, que da al patio posterior también llamado «huerto del sol». En la misma planta en la vertiente de la calle se encuentran otras salas con una decoración no tan suntuosa, así como más alcobas, el archivo y otras dependencias auxiliares.

En la misma planta, en las crujías intermedias se disponen una cocina, un comedor así como otras dependencias auxiliares.

En la planta segunda encontramos dependencias destinadas al servicio.

En el entresuelo de la calle del Huerto del sol, en la parte norte de la casa, se encuentran otras dependencias más modernas y funcionales, ocupando los estudios, y que parece que en algún momento histórico fueron usadas como viviendas o estudios independientes.

En la planta de las buhardillas o porches, una parte de las mismas presenta el típico aspecto de porches, como espacios semiabiertos con circulación de aire que hacen de cámara de enfriamiento térmico de las dependencias inferiores. Otra parte de las buhardillas fueron tabicadas y la casa se comunicó con el vecino Gran Hotel y se dedicó a habitaciones de esta instalación hotelera. Estas habitaciones se sitúan en la crujía de la calle y en la zona sur, adosada en el gran hotel.

Varias escaleras de comunicación secundarias recorren la casa y comunican los diferentes niveles.

En la planta baja se sitúan las típicas dependencias como por ejemplo garajes, caballerizas, almacenes, establos, etc. una parte de la planta sótano y semisótano también está dedicado a estas funciones de almacén, despensa, fresquera, establo, etc. Una parte de estas presenta una estructura interesante de sucesivas bóvedas de cañón comunicadas en sentido transversal.

También se encuentran en la parte sur de la planta baja y planta entresuelo unas dependencias que fueron modificadas para ubicar un restaurante denominado «La casa Gallega», el cual ya hace años que dejó de funcionar, quedando aún los lugares dedicados espacios para los clientes así como las cocinas, las despensas y almacenes.

El jardín o patio posterior, que ponía en contacto la casa con la riera es de grandes dimensiones, y aún mayor lo debía ser en los momentos de máximo esplendor. La jardinería actual no parece revestir gran importancia. No se encuentra trazado del jardín y en cuanto a árboles se pueden citar solo 2 árboles de pisos, 2 palmeras, un tilo y una magnolia.

La fachada principal de Can Pueyo, en la calle Pueyo, presenta un aspecto muy decimonónico, seguramente fecha de la última intervención importante que fue objeto.

El ingreso principal es adintelado y las ventanas son balconeras de importantes dimensiones a pesar de que solo una de ellas presenta balcón, la situada mirando la fachada a la izquierda del ingreso principal.

En la fachada traslucen la planta semisótano, los estudios, la planta baja, la planta principal y la planta porche. A esta planta porche, si bien por la parte interior se pueden apreciar las típicas columnitas de porche de origen medieval, por el exterior esta fue modificada y actualmente presenta ventanales cuadrados y seriados.

La fachada posterior es la que tiene una mayor prestancia y antigüedad, parece fruto de la reforma barroca cuando se ataviaron las salas de apariencia. Esta fachada presenta unas columnitas que le confieren un orden neoclásico con siete ejes verticales de ventanas.

En la planta principal las ventanas son balconeras. En la planta superior, sin dependencias del servicio, las ventanas son pequeñas y cuadradas en eje. En la planta porche son también ventanas de pequeñas dimensiones.

En la planta baja dos de los ejes presentan aperturas más grandes con arco.

En Can Pueyo se suman los valores que tiene, por una parte el inmueble, con el hecho que este ha conservado, hasta hace poco, su decoración histórica con pocas variaciones sustanciales. De hecho, la historiografía (como hemos recogido en la introducción) ha destacado sobre todo estos interiores, señalando que este casal conserva el conjunto del siglo XVIII más suntuoso y homogéneo de la ciudad.

Las salas de la planta noble de Can Pueyo presentan una decoración suntuosa donde encontramos piezas de un gran valor artístico junto con otros más comunes, pero lo que le otorga un valor más significativo es precisamente el valor de conjunto, donde todos los elementos combinados configuran un ambiente muy específico de la época moderna en Mallorca, y del cual quedan pocos ejemplos. No se trata de piezas que respondan a una misma cronología y estilo, como es también habitual en los casales, sino que muestran el proceso gradual de adquisición y atuendo del inmueble a lo largo de la historia. Entre las piezas de más calidad, sobresalen los tapices flamencos del siglo XVII, firmados por Raes e inspirados en cartones de Rubens donde se representan escenas de Phaeton y tejidos expresamente con las medidas de estas salas, colecciones de cerámica y vidrio, o pinturas de diferentes épocas, con autorías como Guillem Mesquida, Paolo Veronese, Esteban Murillo o tallas de Pedro de Mena. También cuenta con importantes piezas de mobiliario como bargueños italianos, cornucopias, lámparas venecianas, cajoneras mallorquinas y donde destacan algunas piezas de Adrià Ferrà, como la cama imperio de la alcoba. En cualquier caso, más allá del valor de individualidad, lo más destacable es el valor de conjunto del ambiente que configuran, en las salas decoradas de la planta noble, el conjunto formado por los recubrimientos arquitectónicos (muros, techos, pavimentos) y todos los bienes muebles que ocupan estos aposentos principales. Este conjunto y su disposición, que como hemos dicho sigue unas características propias de las viviendas de la nobleza y familias acomodadas de la ciudad de Palma del Renacimiento y Barroco, son parte esencial de la historia y los valores del inmueble y es la conservación del conjunto, formado por muebles e inmueble, el que permite asegurar la transmisión de todos los significados patrimoniales de este conjunto indivisible.



Datos oficiales del departamento Administración Local

Resolución de 11 de febrero de 2019, del Consejo Insular de Mallorca (Illes Balears), referente a la incoación del expediente de declaración de bien de interés cultural, con categoría de monumento, de Can Pueyo.

"Resolución de 11 de febrero de 2019, del Consejo Insular de Mallorca (Illes Balears), referente a la incoación del expediente de declaración de bien de interés cultural, con categoría de monumento, de Can Pueyo." corresponde a la publicación del boletín oficial del registro mercantil BOE-A-2019-2362 publicado el 20 febrero 2019

ID de la publicación: BOE-A-2019-2362
Titulo oficial
Emisor:
Seccion: 3
PUB: Boletín Oficial del Estado
Fecha de publicación: 20 febrero 2019
Fecha Pub: 20190220
Fecha última actualizacion: 20 febrero, 2019
Numero BORME 44
Seccion: 3
Departamento: Administración Local
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Fecha de publicacion: 20 febrero 2019
Letra: A
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Publicacion oficial en el BOE número 44 - BOE-A-2019-2362


Publicacion oficial en el BOE-A-2019-2362 de Resolución de 11 de febrero de 2019, del Consejo Insular de Mallorca (Illes Balears), referente a la incoación del expediente de declaración de bien de interés cultural, con categoría de monumento, de Can Pueyo.


Descargar PDF oficial BOE-A-2019-2362 AQUÍ



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